18 de julio 2011:GRAN MISIÓN VIVIENDA.Esta PATRIA NUESTRA es TIERRA DE GRACIA,TIERRA DE SUEÑOS Y ESPERANZAS.VENEZUELA
Esta PATRIA NUESTRA es TIERRA DE GRACIA,TIERRA DE SUEÑOS Y ESPERANZAS. Mi imaginación no abarca aún ese arco iris de sentimientos de familiar sosiego alegre,brotando fluidamente. Como aquellos riachuelos chiquiticos de la niñez, que apenas pude suponer desembocando en alguna “quebrada” u otro río menor, que a su vez iban a reservorios mayores o a otro río más grande y hasta al IMPONENTE ORINOCO. Será grandioso vivir en una Venezuela en la cual cada familia pueda establecerse en un espacio digno donde “hacer casa”, asentar su HOGAR. Si algo le pido a la vida es que me permita ver, como me ha dejado participar de este PROCESO DE AMOR, soñar en vivo los sueños de un PUEBLO EN CONSTANTE REVOLUCIÓN que vamos haciendo REALIDAD, gota a gota, paso a paso,sin pausa, aumentando el goteo y llevándola a chorros y los pasos a carrera de gigantes. Si la felicidad se parece a ver a l@s herman@s crecientemente felices, entonces -con razón- esta no cabe en la AMÉRICA TODA DE SIMÓN, FIDEL Y HUGO CHÁVEZ.
Carta del Libertador a su prima Fanny Du Villars. Un recuerdo de amor en estado agónico
Carta del Libertador a su prima Fanny Du Villars
Un recuerdo de amor en estado agónico
José M. Ameliach N.
fuente: Aporrea/Encontrarte
Si, así es, y éste acontece el lunes 6 de diciembre de 1830, faltaban 11 días para el infausto viernes 17. Es nuestro gran guerrero, estadista, estratega, visionario y soñador Simón Bolívar, el hombre más extraordinario que ha tenido este Continente Americano. Tómese unos minutos y póngase a pensar si no es algo extraordinario que nuestro Libertador siendo un joven adinerado, ameno, talentoso, enamoradizo y bien correspondido, sacrificara todos los placeres que puede obtener con cierta facilidad para dedicar su tiempo, mente y alma en beneficio de la libertad de su patria; y así lo hace. Es tal el ímpetu que pone en esta empresa, que desde que hace este juramento hasta su muerte, se entrega, en cuerpo y alma, a cumplir su proyecto emancipador hasta conseguirlo y después de ello decida salir de la patria para libertar otras naciones. Pero Bolívar además de los atributos señalados anteriormente tiene en alta estima el valor de los sentimientos, aquellos que hace aflorar su alma de poeta al redactar algunos escritos. Este original y no cultivado poeta en uno de estos escritos, cuando el estado de su salud es grave, hace volar su mente y espíritu 25 años atrás y le dedica este poema en prosa al amor profesado a una mujer: Fanny Du Villars
Querida prima
¿Te extraña que piense en ti al borde del sepulcro? Ha llegado la última hora; tengo al frente el mar Caribe, azul y plata, agitado como mi alma por grandes tempestades; a mi espalda se alza el macizo gigantesco de la sierra con sus viejos picos coronados de nieve impoluta como nuestros ensueños de 1805.
Por sobre mí, el cielo más bello de América, la más hermosa sinfonía de colores, el más grandioso derroche de luz. Y tú estás conmigo, porque todos me abandonan; tú estás conmigo en los postreros latidos de la vida, en las últimas fulguraciones de la conciencia. ¡Adiós Fanny! Esta carta, llena de signos vacilantes, la escribe la mano que estrechó las tuyas en las horas del amor, de la esperanza, de la fe. Esta es la letra que iluminó el relámpago de los cañones de Boyacá y Carabobo; esta es la letra escrita del decreto de Trujillo y del mensaje del Congreso de Angostura.
¿No la reconoces, verdad? Yo tampoco la reconocería si la muerte no me señalara con su dedo despiadado la realidad de este supremo instante. Si yo hubiera muerto en un campo de batalla frente al enemigo, te dejaría mi gloria, la gloria que entreví a tu lado en los campos de un sol de primavera. Muero miserable, proscrito, detestado por los mismos que gozaron mis favores, víctima de un inmenso dolor; presa de infinitas amarguras. Te dejo el recuerdo de mis tristezas y lágrimas que no llegarán a verter mis ojos.
¿No es digna de tu grandeza tal ofrenda? Estuviste en mi alma en el peligro, conmigo presidiste los consejos del gobierno, tuyos son mis triunfos y tuyos mis reveses, tuyos son también mi último pensamiento y mi pena final. En las noches galantes del Magdalena vi desfilar mil veces la góndola de Byron por las calles de Venecia, en ella iban grandes bellezas y grandes hermosuras, pero no ibas tú; porque tú flotabas en mi alma mostrada por las níveas castidades.
A la hora de los grandes desengaños, a la hora de las últimas congojas apareces ante mis ojos de moribundo con los hechizos de la juventud y de la fortuna; me miras y en tus pupilas arde el fuego de los volcanes; me hablas y en tu voz escucho las dianas de Junín.
Adiós, Fanny, todo ha terminado. Juventud, ilusiones, risas y alegrías se hunden en la nada, sólo quedas tú como ilusión serafina señoreando el infinito, dominando la eternidad.
Me tocó la misión del relámpago: rasgar un instante las tinieblas, fulgurar apenas sobre el abismo y tornar a perderse en el vacío.
Santa Marta, 6 de diciembre de 1830.
Carta del Libertador a su prima Fanny Du Villars Un recuerdo de amor en estado agónico José M. Ameliach N. Versión en PDF Si, así es, y éste acontece el lunes 6 de diciembre de 1830, faltaban 11 días para el infausto viernes 17. Es nuestro gran guerrero, estadista, estratega, visionario y soñador Simón Bolívar, el hombre más extraordinario que ha tenido este Continente Americano. Tómese unos minutos y póngase a pensar si no es algo extraordinario que nuestro Libertador siendo un joven adinerado, ameno, talentoso, enamoradizo y bien correspondido, sacrificara todos los placeres que puede obtener con cierta facilidad para dedicar su tiempo, mente y alma en beneficio de la libertad de su patria; y así lo hace. Es tal el ímpetu que pone en esta empresa, que desde que hace este juramento hasta su muerte, se entrega, en cuerpo y alma, a cumplir su proyecto emancipador hasta conseguirlo y después de ello decida salir de la patria para libertar otras naciones. Pero Bolívar además de los atributos señalados anteriormente tiene en alta estima el valor de los sentimientos, aquellos que hace aflorar su alma de poeta al redactar algunos escritos. Este original y no cultivado poeta en uno de estos escritos, cuando el estado de su salud es grave, hace volar su mente y espíritu 25 años atrás y le dedica este poema en prosa al amor profesado a una mujer: Fanny Du Villars Querida prima ¿Te extraña que piense en ti al borde del sepulcro? Ha llegado la última hora; tengo al frente el mar Caribe, azul y plata, agitado como mi alma por grandes tempestades; a mi espalda se alza el macizo gigantesco de la sierra con sus viejos picos coronados de nieve impoluta como nuestros ensueños de 1805. Por sobre mí, el cielo más bello de América, la más hermosa sinfonía de colores, el más grandioso derroche de luz. Y tú estás conmigo, porque todos me abandonan; tú estás conmigo en los postreros latidos de la vida, en las últimas fulguraciones de la conciencia. ¡Adiós Fanny! Esta carta, llena de signos vacilantes, la escribe la mano que estrechó las tuyas en las horas del amor, de la esperanza, de la fe. Esta es la letra que iluminó el relámpago de los cañones de Boyacá y Carabobo; esta es la letra escrita del decreto de Trujillo y del mensaje del Congreso de Angostura. ¿No la reconoces, verdad? Yo tampoco la reconocería si la muerte no me señalara con su dedo despiadado la realidad de este supremo instante. Si yo hubiera muerto en un campo de batalla frente al enemigo, te dejaría mi gloria, la gloria que entreví a tu lado en los campos de un sol de primavera. Muero miserable, proscrito, detestado por los mismos que gozaron mis favores, víctima de un inmenso dolor; presa de infinitas amarguras. Te dejo el recuerdo de mis tristezas y lágrimas que no llegarán a verter mis ojos. ¿No es digna de tu grandeza tal ofrenda? Estuviste en mi alma en el peligro, conmigo presidiste los consejos del gobierno, tuyos son mis triunfos y tuyos mis reveses, tuyos son también mi último pensamiento y mi pena final. En las noches galantes del Magdalena vi desfilar mil veces la góndola de Byron por las calles de Venecia, en ella iban grandes bellezas y grandes hermosuras, pero no ibas tú; porque tú flotabas en mi alma mostrada por las níveas castidades. A la hora de los grandes desengaños, a la hora de las últimas congojas apareces ante mis ojos de moribundo con los hechizos de la juventud y de la fortuna; me miras y en tus pupilas arde el fuego de los volcanes; me hablas y en tu voz escucho las dianas de Junín. Adiós, Fanny, todo ha terminado. Juventud, ilusiones, risas y alegrías se hunden en la nada, sólo quedas tú como ilusión serafina señoreando el infinito, dominando la eternidad. Me tocó la misión del relámpago: rasgar un instante las tinieblas, fulgurar apenas sobre el abismo y tornar a perderse en el vacío. Santa Marta, 6 de diciembre de 1830.
2 de mayo 1816: Victorioso combate naval de la escuadra patriota en Los Frailes bajo el mando de Bolívar y Brion asegura la liberación de Margarita.Venezuela
Victorioso combate naval de la escuadra patriota en Los Frailes bajo el mando de Bolívar y Brion asegura la liberación de Margarita. Brion recibe el grado de almirante de la República y Beluche el de capitán de navío
El 2 de mayo de 1816, la goleta General Bolívar, capitana de la expedición patriota armada en Los Cayos (Haití), bajo el mando del Libertador Simón Bolívar y el almirante Luis Brion, libró el famoso combate naval de Los Frailes. La acción principal fue el abordaje del bergantín Intrépido y de la goleta Rita, que fueron apresadas finalmente cerca de la isla Blanquilla (Dependencias Federales), gracias a la persecución emprendida por las goletas General Mariño, Feliz y Consejo.
La batalla naval de Los Frailes se dio cuando la expedición describió un arco paralelo a las islas de las Antillas rumbo a Margarita. La idea era llegar a la isla por una ruta inesperada a fin de sorprender a los españoles. Además, la ruta era más provechosa para capturar presas. El 1 de mayo, avistaron las islas de Los Testigos. Al día siguiente, tuvieron a la vista las islas de Los Frailes.
Cerca de las nueve de la mañana, el vigía detectó vela enemiga y poco después enfrentaban a los navíos españoles. Bolívar ordenó izar sobre el palo mayor de la Comandante el tricolor venezolano. A las once de la mañana, Brion ordenó atacar al Intrépido por babor logrando desmantelarlo, mientras Bolívar ordenó el abordaje. Brion fue herido en la cabeza y fue necesario reemplazarlo por el capitán Beluche. El combate duró más de tres horas, murieron numerosos españoles, entre ellos el comandante del Intrepido, el teniente de fragata Rafael Iglesia, y quedaron prisioneros 40 soldados españoles, casi todos del Regimiento de La Corona.
Cuando el resto de los navieros españoles observaron la derrota de sus principales barcos, huyeron hacia Cumaná (Sucre) y dejaron libres las aguas margariteñas.
La victoria de Los Frailes dio grandes ventajas a los patriotas. Al quedar la isla de Margarita libre del dominio español se convirtió en una base para las operaciones de tierra firme y pudo servir de puerto para recibir aprovisionamiento de armas y pertrechos con destino a las tropas libertadoras.
Al concluir la batalla, Bolívar confirió a Luis Brion el grado de Almirante de la República y a Beluche el de Capitán de Navío. Al día siguiente, la escuadrilla llegó a Juan Griego donde Bolívar fue recibido por Arismendi y sus oficiales.
A bordo de la nave capitana, también participó en la batalla de Los Frailes, espada en mano, Josefina Machado, la novia caraqueña del Libertador, tía bisabuela de Gustavo Machado.
La batalla naval de Los Frailes. En el cuadro de gran pintor Tito Salas aparece Bolívar en pleno combate y se observa a su lado, cabellera al aire, la hermosa Josefina Machado, su novia de entonces, tía bisabuela de Gustavo y Eduardo Machado.
31 de marzo 1816: Bolívar sale de Los Cayos de Haití al frente de una expedición para continuar la guerra por la independencia.
El Libertador: Jefe Supremo en la Expedición de Los Cayos. |
*Recordamos aquella canción del Poeta Revolucionario Alí Primera, en la cual nos preguntaba¿qué habíamos hecho por Haití? Si Alí estuviese físicamente -aún- entre nosotros, con verguenza, apenas me atrevería a balbucear como respuesta un: Poco, Alí, muy poco…
16 de febrero de 1816: José Antonio Páez derrotó a los españoles en el sitio conocido como Mata de la Miel (Estado Apure).Venezuela.
José Antonio Páez |
Via: http://www.core6.mil.ve/batallas.htm
Diario VEA
Para ese entonces, Páez al mando de una fuerza integrada por 500 hombres de caballería se encontraba en Guasdualito dándole protección a este poblado. Pero llegaron noticias que el ejército realista bajo el mando del Coronel Francisco López se encontraba en Mata la Miel con una fuerza que pasaban del millar de hombres, entre los cuales habían mas de 400 de caballería. Contra la opinión de sus oficiales Páez se prepara y va en busca del enemigo.
Sitio de Mata de la Miel, Edo. Apure. Obra de: Pedro Castillo. (Abuelo materno de Arturo Michelena) Se halla en la Casa Páez, Valencia.Edo. Carabobo. |
Alcanzada la tarde, Páez se propone lanzar un ataque a los realistas y al efecto forma su tropa en dos líneas, la primera al mando del Comandante Nonato Pérez y la segunda al mando del Comandante Genaro Vásquez. Avanzaron los Patriotas hasta reabrir fuego de artillería y fusilaría enemiga y cargo entonces con tanto ímpetu la primera línea que puso en fuga mas de la segunda y tercera parte de la caballería realista.
No tuvo la misma suerte Genaro Vásquez pues apenas avanzó fue rechazado, intervino Páez y logró que los jinetes volvieran y acometieran. Tan ruda fue la carga que la caballería de López no pudo resistir y fue lanceada con bravuras, el enemigo dejó en el campo 500 prisioneros y 400 muertos, 3.345 caballos y gran cantidad de lanzas y fusiles.
La victoria le valió que el Libertador Simón Bolívar lo ascendiera a teniente coronel y felicitara a sus tropas.
8 de febrero de 1814: Bolívar aplica el Decreto de Guerra a Muerte. Venezuela
8 de febrero de 1814: Bolívar aplica el Decreto de Guerra a Muerte. Venezuela
Bandera del «Decreto de Guerra a Muerte» |
José Tomás Boves |
José Tomás Boves |
Simón Bolívar firma el Decreto de Guerra a Muerte. |
TEXTO DEL DECRETO DE GUERRA A MUERTE:
SIMÓN BOLÍVAR, Brigadier de la Unión, General en Jefe del Ejército del Norte,Libertador de Venezuela.
A sus conciudadanos
Venezolanos: Un ejército de hermanos, enviado por el soberano Congreso de la Nueva Granada, ha venido a libertaros, y ya lo tenéis en medio de vosotros, después de haber expulsado a los opresores de las provincias de Mérida y Trujillo.
Nosotros somos enviados a destruir a los españoles, a proteger a los americanos, y a restablecer los gobiernos republicanos que formaban la Confederación de Venezuela. Los Estados que cubren nuestras armas, están regidos nuevamente por sus antiguas constituciones y magistrados, gozando plenamente de su libertad e independencia; porque nuestra misión sólo se dirige a romper las cadenas de la servidumbre, que agobian todavía a algunos de nuestros pueblos, sin pretender dar leyes, ni ejercer actos de dominio, a que el derecho de la guerra podría autorizarnos.
Tocado de vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia las aflicciones que os hacían experimentar los bárbaros españoles, que os han aniquilado con la rapiña, y os han destruido con la muerte; que han violado los derechos sagrados de las gentes; que han infringido las capitulaciones y los tratados más solemnes; y, en fin, han cometido todos los crímenes, reduciendo la República de Venezuela a la más espantosa desolación. Así pues, la justicia exige la vindicta, y la necesidad nos obliga a tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los monstruos que lo infestan y han cubierto de sangre; que su escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para lavar de este modo la mancha de nuestra ignominia, y mostrar a las naciones del universo, que no se ofende impunemente a los hijos de América.
A pesar de nuestros justos resentimientos contra los inicuos españoles, nuestro magnánimo corazón se digna, aún, abrirles por la ultima vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía se les invita a vivir pacíficamente entre nosotros, si detestando sus crímenes, y convirtiéndose de buena fe, cooperan con nosotros a la destrucción del gobierno intruso de España, y al restablecimiento de la República de Venezuela.
Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa, por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo, y castigado como traidor a la patria y, por consecuencia, será irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario, se concede un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestro ejército con sus armas o sin ellas; a los que presten sus auxilios a los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir el yugo de la tiranía. Se conservarán en sus empleos y destinos a los oficiales de guerra, y magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezuela, y se unan a nosotros; en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado, serán reputados y tratados como americanos.
Y vosotros, americanos, que el error o la perfidia os ha extraviado de las sendas de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables, y que sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestros crímenes, han podido induciros a ellos. No temáis la espada que viene a vengaros y a cortar los lazos ignominiosos con que os ligan a su suerte vuestros verdugos. Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades; el solo título de americanos será vuestra garantía y salvaguardia. Nuestras armas han venido a protegeros, y no se emplearán jamás contra uno solo de nuestros hermanos.
Esta amnistía se extiende hasta a los mismos traidores que más recientemente hayan cometido actos de felonía; y será tan religiosamente cumplida, que ninguna razón, causa, o pretexto será suficiente para obligarnos a quebrantar nuestra oferta, por grandes y extraordinarios que sean los motivos que nos deis para excitar nuestra animadversión.
Españoles y Canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables.
Cuartel General de Trujillo, 15 de junio de 1813. —3ºSIMON BOLIVAR.
Es copia.Pedro Briceño Méndez, Secretario
SIMÓN BOLÍVAR, Brigadier de la Unión, General en Jefe del Ejército del Norte,Libertador de Venezuela.
A sus conciudadanos
Venezolanos: Un ejército de hermanos, enviado por el soberano Congreso de la Nueva Granada, ha venido a libertaros, y ya lo tenéis en medio de vosotros, después de haber expulsado a los opresores de las provincias de Mérida y Trujillo.
Nosotros somos enviados a destruir a los españoles, a proteger a los americanos, y a restablecer los gobiernos republicanos que formaban la Confederación de Venezuela. Los Estados que cubren nuestras armas, están regidos nuevamente por sus antiguas constituciones y magistrados, gozando plenamente de su libertad e independencia; porque nuestra misión sólo se dirige a romper las cadenas de la servidumbre, que agobian todavía a algunos de nuestros pueblos, sin pretender dar leyes, ni ejercer actos de dominio, a que el derecho de la guerra podría autorizarnos.
Tocado de vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia las aflicciones que os hacían experimentar los bárbaros españoles, que os han aniquilado con la rapiña, y os han destruido con la muerte; que han violado los derechos sagrados de las gentes; que han infringido las capitulaciones y los tratados más solemnes; y, en fin, han cometido todos los crímenes, reduciendo la República de Venezuela a la más espantosa desolación. Así pues, la justicia exige la vindicta, y la necesidad nos obliga a tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los monstruos que lo infestan y han cubierto de sangre; que su escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para lavar de este modo la mancha de nuestra ignominia, y mostrar a las naciones del universo, que no se ofende impunemente a los hijos de América.
A pesar de nuestros justos resentimientos contra los inicuos españoles, nuestro magnánimo corazón se digna, aún, abrirles por la ultima vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía se les invita a vivir pacíficamente entre nosotros, si detestando sus crímenes, y convirtiéndose de buena fe, cooperan con nosotros a la destrucción del gobierno intruso de España, y al restablecimiento de la República de Venezuela.
Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa, por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo, y castigado como traidor a la patria y, por consecuencia, será irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario, se concede un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestro ejército con sus armas o sin ellas; a los que presten sus auxilios a los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir el yugo de la tiranía. Se conservarán en sus empleos y destinos a los oficiales de guerra, y magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezuela, y se unan a nosotros; en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado, serán reputados y tratados como americanos.
Y vosotros, americanos, que el error o la perfidia os ha extraviado de las sendas de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables, y que sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestros crímenes, han podido induciros a ellos. No temáis la espada que viene a vengaros y a cortar los lazos ignominiosos con que os ligan a su suerte vuestros verdugos. Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades; el solo título de americanos será vuestra garantía y salvaguardia. Nuestras armas han venido a protegeros, y no se emplearán jamás contra uno solo de nuestros hermanos.
Esta amnistía se extiende hasta a los mismos traidores que más recientemente hayan cometido actos de felonía; y será tan religiosamente cumplida, que ninguna razón, causa, o pretexto será suficiente para obligarnos a quebrantar nuestra oferta, por grandes y extraordinarios que sean los motivos que nos deis para excitar nuestra animadversión.
Españoles y Canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables.
Cuartel General de Trujillo, 15 de junio de 1813. —3ºSIMON BOLIVAR.
Es copia.Pedro Briceño Méndez, Secretario
Bandera de la «GUERRA A MUERTE». |
Fuente: Presidencia de la Republica: Documentos que Hicieron Historia. Siglo y Medio de Vida Republicana (1810-1961). Tomo I. De la Independencia a la Federación. Ediciones Conmemorativas del Sesquicentenario de la Independencia. Caracas.1962.
7 de febrero 2011: Simón Bolívar, Tito Salas y un niño con su álbum de barajitas.Venezuela.
7 de febrero 2011: Simón Bolívar, Tito Salas y un niño con su álbum de barajitas.Venezuela.
Autor: Manuel Boffil Bello
La 1ª línea estratégica:
De la cultura capitalista a la militancia socialista.
Ana Elisa Osorio (PSUV)
El araguaney o árbol de Ipé amarillo (árbol nacional de Venezuela). |
Era en Caripito, rodeado de un paraíso siempre verde como ojos de la mujer aquella insospechada, inundado por la hermosura de tanto brillar de araguaney, acacia y mangos de dulces colores en un campo «staff» petrolero (segregación planificada de clases sociales, ausencia cotidiana de la realidad social circundante).. Mi existencia era muy joven, casi infantil creo, cuando revisé infinitas veces una de mis secretas posesiones más preciadas (aprendiendo a acumular bienes materiales): un montón de «barajitas» o «cromos» coleccionables (aprendiendo el consumismo) que iba adhiriendo a un álbum (ritual repetitivo de apropiación), usando «goma» (un pegamento líquido traslúcido) contenida en un frasquito «mágico», cuya tapa servía como suave dispensador…hecho de caucho, del color de la «borra» que traían los lápices Mongol en un extremo. Pegaba cariñosa y dedicadamente cada barajita a mi álbum y entre más compraba (compra compulsiva infantil/juvenil inducida/manipulada por moda) y más lo hacía, más me hablaban ellas del más grande héroe de mi universo casi infantil: el único mundo imaginario posible y real de entonces, aprovechado por la empresa editorial y distribuidora . Ellas me contaban, confidencialmente, cosas que ningún otro niño -y mucho menos las niñas, pensaba- escondían en su memoria visual tantas imágenes como yo atesoraba (brega por la posesión) acerca de SIMÓN JOSÉ ANTONIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD: El Libertador Simón Bolívar, luchador insigne y valiente, a quien vi mil cien veces peleando en el abordaje al bergantín «El Intrépido» a pleno mar abierto, junto a sus arrojados hombres, entonces compañeros de mis imaginarias aventuras marinas. (A excepción de las obras de Tito Salas, difusoras de la venezolanidad, el americanismo y la libertad de los Pueblos, el álbum plantea la utilización del héroe Bolívar como objeto de consumo a cambio de ser premiado por el logro, sin más ninguna información razonada -intencionalmente-, a diferencia de los superhéroes de los «comics», etc., que son desarrollados para transmitir valores relativos a intereses específicos predeterminados por el Gran Capital de las sociedades de consumo).
Barco en Rio San Juan, Caripito. Estado Monagas |
Todo este hurgar en mis primeros recuerdos sobre Simón Bolívar viene al caso debido a un comentario de mi Madre. Ella, durante una tarde de esas, de conversaciones políticas entre familiares y amistades, me preguntó intrigada: ¿De donde te viene a ti tanta admiración…y tanta cosa por Bolívar? Resulta que alguien del grupo había ofendido la memoria de El Libertador, es más se habían «metido» hasta con el Mariscal Sucre y, siendo que: «los amigos de mis amigos son mis amigos y sus enemigos lo son míos», reaccioné musitando un «…siendo apenas niño grande ya era bolivariano» y recordé a Tito Salas, su obra pictórica. Con el tiempo lo demás vino por añadidura, mediante el ejemplo del Héroe Simón varias veces leido y…la intelectualmente mal mentada «sensibilidad social» (amor al nuestro Pueblo más desposeído, como a uno mism@), de allí en adelante comenzaron a pintarse con atomizador de sangre de colores mis paredes -también en aquel lejano Caripito- con el rostro de la recordada revolucionaria eterna: Livia Gouverneur.
Camarada Livia Margarita Gouverneur Camero Caracas. Nacida: 1941- Caida: 1961 |
Allí supe de la ella inexistente, allí la conocí. Llegué tarde a su lucha, era un muchacho y ya la camarada Livia había sido sembrada como flor que, hoy en mil flores, llena esta la tierra de ella/nuestra. Supe entonces que las «niñas» también arriesgaban y entregaban su vida por ideales revolucionarios. Entendí en mi ingenuidad que habían quienes asesinaban seres humanas(os) por ser revolucionarias(os)…y seguí buscando, ya sin álbum alguno.
Bastó luego -otra vez el implacable tiempo- la muerte de un bebé, recién nacido y asesinado por su propia gente: la policía estatal, durante una invasión a terrenos merideños por gente-del-Pueblo-sin-casa, enviada a sacarlos de allí a gas, sangre y fuego por el miserable gobernador copeyeco de entonces: Germán Briceño Ferrigni.
Allí se accionó para siempre mi gatillo, desde abajo y frente a las nieves eternas, las del fiel mucuchíes, el perro «Nevado» de Bolívar. No hubo nunca más la posibilidad consciente de marcha atrás…si acaso un paso, para luego avanzar dos.
Parecido debió ser mi «viejo álbum» |
Tito Salas, conocido pintor de temas históricos, en opinión de Arturo Uslar Pietri su virtud como artista plástico ha sido pintar para enseñar la historia. Su verdadero nombre era Británico Antonio Salas Díaz. Sus padre José Antonio Salas, fue uno de los primeros comerciantes que establecieron en Venezuela una industria cervecera. Los estudios de pintura los inició en la Academia de Bellas Artes de Caracas. Luego de obtener el primer lugar del certamen anual de dicha Academia (1901), viaja a París en 1905 para inscribirse en la Academia Julian donde tuvo como maestro a Jean Paul Laurens. Durante este tiempo asiste también a la escuela de La Grande Chaumière donde recibió clases de los pintores Lucien Simon, Courtois y Prinet. Ese mismo año, envía una obra al Salón Oficial de París. En 1906, obtuvo una medalla de oro por su composición La San Genaro. En este período viaja a Italia, donde es impactado por la obra de los pintores Tiépolo, Tintoretto, Tiziano, sobre todo, por el género histórico cultivado por estos maestros.
Román Chalbaud y Julio César Mármol (durante el rodaje del film «Días de Poder») fotografía: Manuel Boffil Bello |
Hoy chamitas y chamitos de primero y segundo grados de Educación Primaria cuentan con el Proyecto Canaima, recibiendo sus computadoras portátiles alimentadas responsablemente (contenidos de textos e imágenes) por el Estado Bolivariano, pues los álbumes bien pueden llegar a distorsionar la historia que las escuelas no enseñaban y son publicaciones hechas con fines de lucro. Al fin y al cabo aquí en nuestra República Bolivariana de Venezuela, la educación no pudieron privatizarla: es y seguirá siendo pública y gratuita.
30 de enero 1818: Bolívar y Páez se encuentran en Cañafístola (Toma de las flecheras), Estado Apure. Venezuela
30 de enero 1818: Bolívar y Páez se encuentran en Cañafístola (Toma de las flecheras), Estado Apure. Venezuela
Estatua ecuestre de José Antonio Páez San Fernando de Apure. Autores:Andrés Pérez Mujica y Eloy Palacios |
(Esta obra fue elaborada con la técnica de vaciado en bronce, y es una de las de un conjunto de obras originales editadas y que fueron distribuidas a nivel nacional. La primera edición fue realizada a finales del siglo XIX. La obra se encuentra ubicada en el Boulevard de San Fernando de Apure, lo que comunmente se le llama «Redoma de Páez»).
Toma de las Flecheras. Autor: Ramón Páez. Acuarela, en BCV. |
Los llaneros, Páez y Bolívar: Toma de las Flecheras Autor: Tito Salas, 1928 (Oleo Casa Natal de El Libertador) |
Simón Bolívar en «La Toma de las Flecheras». Autor: Tito Salas, 1928. Oleo en Casa Natal de El Libertador |
E se lanza con su caballo al agua, seguido de unos cuantos llaneros, y se toma las embarcaciones, luchando a nado contra los que se oponían.
Los llaneros, Páez y Bolívar en «La Toma de las Flecheras». Autor: Tito Salas. 1928 Oleo en Casa Natal de El Libertador |
19 de enero de 1799: Fallece el padre de Simón Bolívar y este viaja a España. Venezuela
Desde muy joven se dedicó a la carrera de las armas. Heredó una importante fortuna que luego acrecentó como terrateniente. Fue un activo propulsor de la independencia de Venezuela y el primero de los Bolívar que manifestó su descontento con la forma como el régimen español mantenía a los criollos. Junto a otros patriotas, escribió a Miranda pidiéndole apoyo para luchar contra España. A su muerte, lo sobrevivió su viuda, doña María Concepción Palacios, y sus cuatro hijos: María Antonia, Juana, Juan Vicente y Simón.
El primer viaje de Simón Bolívar luego de la muerte de su padre fué en 1799, Simón realiza su primer viaje a bordo del navío de guerra español San Ildefonso, con destino a Madrid, España.
12 de enero 1824:Simón Bolívar decreta pena de muerte para corruptos y malversadores de dineros públicos
El12 de enero de 1824, en Lima, Perú, el Libertador Simón Bolívar decretó la pena de muerte para “Todo funcionario público, a quien se le convenciere en juicio sumario de haber malversado o tomado para sí de los fondos públicos de diez pesos arriba…”.
El decreto respondió a la voluntad de Bolívar de poner cese a los actos de corrupción de los funcionarios de la naciente República y sentar un precedente para la administración honesta de los recursos del Estado.
La muerte de Bolívar y la prensa de la época.Venezuela
Por: Últimas Noticias/Eleazar Díaz Rangel. Fecha de publicación:17/12/10
vía «La muerte de Bolívar y la prensa de la época«.
Un mes después de la muerte de Simón Bolívar en Santa Marta, el general Rafael Urdaneta, encargado del Ejecutivo de la Gran Colombia, le escribió al general José Antonio Páez, jefe del Departamento de Venezuela, comunicándole del fallecimiento en una carta que terminaba: «Así es de esperar que los venezolanos, y V. E. el primero, honren y veneren su memoria». Nadie atendió su exhorto.
La carta la leyó Páez a comienzos de febrero de 1831. La noticia trascendió a un periódico de Tomás Lander, que apenas publicó una mezquina nota el 5 de febrero, cuando se enteraron en Caracas, y semanas después se conoció la carta de Urdaneta en la Gaceta de Venezuela, el mismo diario que el 31 de enero, cuando no se conocía de su muerte, había publicado una nota donde «informaba» que Bolívar estaba «gravemente enfermo de un chancro en el ano y una tisis que lo ha redivido a una debilidad extrema». ¡Eso lo decía el diario oficial!
No eran de extrañar esa y otras notas y comentarios publicados en la prensa de la época, al servicio de Páez y de conductas antibolivarianas. La opinión pública estaba orientada por esos medios contra el Libertador y al lado de Páez. Semanas antes el Congreso Constituyente de Valencia, lo había proscrito del territorio nacional.
Hacia Europa, la noticia la comunicó el coronel Belford Wilson desde Santa Marta; había sido edecán de Bolívar, y le escribió el 22 de diciembre al capitán de navío de la Blanca, Fraquehar, quien había sido enviado para socorrer a Bolívar y que recién había llegado al puerto.
El lunes 21 de febrero apareció la noticia en los más importantes diarios franceses, tomada de la prensa inglesa que recibió antes la luctuosa noticia. Journal du Commerce publicó un extenso artículo: «Dichoso hombre, sin embargo, porque habiendo sido grande en la guerra, y en su tiempo el más poderoso de su país, permaneció hijo obediente de la libertad!». Le Courrier Français: «Se concederá sin duda a ese gran hombre la primera de las glorias, la del patriotismo, la de haberse inmolado por la prosperidad y el engrandecimiento de su país». Le Tribune: «A la vuelta de pocos años se fijará su carácter público y moral en su verdadero punto de vista, y su reputacion sobre firmes en inmutables bases», y un mes después lo hizo Le Figaro.El Gobierno de Chile decretó el 13 de abril duelo por ocho días; el de Bolivia celebró funerales el 31 de mayo y ordenó que «todo empleado público llevará luto por el término de dos meses»; el de Buenos Aires celebró «pomposas exequias fúnebres», y emitió decreto de duelo.
Mientras en otros países los Gobiernos y la prensa rindieron honores a Bolívar en ocasión en que conocieron de su muerte, de Venezuela se lo había expulsado, y la prensa lo denigraba de su obra, y durante años ni se habló del Libertador.
17 de diciembre 2010: Simón Bolívar era derecho, medía 1,64 y tenía 47 años: Comisión investigadora.Venezuela
Bolívar era derecho, medía 1,64 y tenía 47 años: Comisión investigadora
Aproximación a los rasgos anatómicos generales es tal que hasta ofrece descripciones sobre que gozaba de buena alimentación y montaba mucho a caballo. Faltan resultados del ADN
17 Diciembre 2010, 08:17 Coincidiendo con la conmemoración de la muerte de Simón Bolívar, este 17 de diciembre, la comisión presidencial que investiga los restos del Libertador que reposan en el Panteón Nacional divulgó parte de los resultados que arrojan detalles sobre sus características físicas.
El propio Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, leyó parte del informe cuyos resultados científicos de antropología forense indicaron que «se trata de un individuo de sexo masculino; edad 47 años».
Los datos especifican que los restos pertenecen a un hombre de «estatura 1,64 o 69; tipología racial mestiza con prioridad caucasoide. Biotipo constitucional delgada con robustez en fémur y complejo pelviano, de extremidades superiores alargadas, tronco corto, piernas largas, pelvis estrecha».
La aproximación a los rasgos anatómicos generales es tal que hasta ofrecen descripciones sobre que es diestro, gozaba de buena alimentación, tenía el hábito de mantener entre los dientes un objeto duro y montaba mucho a caballo.
En principio, han sido estudiados «el cráneo, mandíbula y esqueleto postcraneal». Aún faltan los resultados del ADN, precisó el jefe de Estado.
10 de diciembre 1830: última proclama de El Libertador Simón Bolívar. Santa Marta, Colombia
El 10 de diciembre de 1830 es el día de la última proclama del Libertador, dictada desde su lecho de moribundo. Firmó el testamento y recibió los Santos Sacramentos de manos del humilde cura de la aldea de Mamatoco, quien llegó en la noche con sus acólitos y varios indígenas.
Luego, rodeado de sus más íntimos amigos, como José Laurencio Silva, Mariano Montilla, Joaquín de Mier, Ujueta, Fernando Bolívar, etc., el notario Catalino Noguera empezó a leer el histórico documento, pero apenas llegó a la mitad, porque la emoción y el dolor le ahogaron la voz. Continuó la lectura Manuel Recuero. La última Proclama dice así:
Simón Bolívar,
Libertador de Colombia, etc.
A los pueblos de Colombia
Colombianos:
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.
Simón Bolívar
8 de diciembre de 1780: Nace Jean Baptiste Bideau, quien salvó la vida de Bolívar en las playas de Ocumare, Estado Aragua.Venezuela
“… iba a darme un pistoletazo cuando uno de ellos volvió del mar en un bote para salvarme…”
El 8 de diciembre de 1780, nace Jean Baptiste Bideau, marino francés que estuvo al servicio de la Independencia de Venezuela, y pasó a la historia como el salvador del Libertador Simón Bolívar en las playas de Ocumare de la Costa (Aragua). Dentro de nuestros héroes independentistas hay que mencionar a Jean Baptiste Bideau, de origen francés quien fue el primero en liberar a los esclavizados en Guiria y quien también salvo al libertador cuando en un momento de desesperación intento suicidarse y Bideau le salvó y animó a seguir combatiendo por la independencia de Venezuela.
Luego de desembarcar en Juangriego (Nueva Esparta) y pasar a Carúpano (Sucre), el Libertador forjó el plan de ocupar a Ocumare de la Costa con la idea de marchar sobre Caracas, aprovechándose de estar Pablo Morillo ocupado con casi todo su ejército en la Nueva Granada (Colombia). El 6 de julio ocupaba Ocumare, y mandó que fueran adelante Carlos Soublette, José Antonio Anzoátegui y Gregor Mac Gregor para batir a los realistas en los valles de Aragua mientras él se ocupaba de desembarcar las armas obtenidas en Haití.
Sin embargo, ni suerte ni destreza acompañaron a los patriotas. Soublette llegó a las puertas de Maracay (Aragua) y venció a los realistas. Sin embargo, no pudo seguir adelante porque Francisco Tomás Morales llegó con fuerzas superiores, destrozó a Soublette y avanzó hacia Ocumare. A las playas donde Bolívar desembarcaba sus pertrechos, llegaron noticias alarmantes sobre la proximidad del enemigo. Cundió el pánico. Los marinos y soldados reclutados en las Antillas huyeron a la desbandada. En vano Bolívar acosaba a los hombres para salvar el material de guerra. Todo fue inútil. El Libertador quedó abandonado en la playa.
Como él escribiera después a Alexandre Pétion, “…fui engañado por un edecán del general Morillo (…) y por los marinos extranjeros que cometieron el acto más infame del mundo, dejándome entre mis enemigos. En una playa desierta iba a darme un pistoletazo cuando uno de ellos, Bideau, volvió del mar en un bote y me tomó para salvarme…”.
Bideau jugó un papel destacado en la guerra en el oriente de la República. Conjuntamente con Santiago Mariño firmó todos los comunicados y cartas oficiales del «Gobierno Independiente de Güiria» (Sucre), del cual quedó encargado en ausencia de Mariño. Atacado por las tropas realistas de José Tomás Boves y luego de Morales, convirtió a Güiria en un bastión inexpugnable. Asimismo, Bideau fue uno de los últimos jefes orientales en abandonar el territorio, el 16 de febrero de 1815. Antes de embarcarse para Trinidad decretó la liberación de los esclavos, exhortándolos a retirarse a las montañas para continuar la lucha.
08 de diciembre 1816: Segunda expedición de Los Cayos (Expedición de JACMEL, Haití). Venezuela
El 8 de diciembre de 1816 Bolívar, desde el puerto haitiano de Jacmel, emprenderá la segunda Expedición de Los Cayos, conocida con este nombre, aunque salió de este puerto de Jacmel. Aquí se aloja el Libertador por doce días en casa de la familia Christ. Apunta el historiador Paúl Verna que esta casa fue destruida por un incendio en 1896, pero la calle en que estaba ubicada se llama Calle Bolívar, por decisión de la Municipalidad de Jacmel de 1944.
En 1816 se inició un nuevo intento de recuperación republicana que, a diferencia del 1813, tuvo resultados duraderos. Las operaciones militares de este año 1816, permitieron a los patriotas ocupar una vez más el territorio de las provincias orientales y emprender acciones que condujeron a la ocupación de la provincia de Guayana. Los acontecimientos más importantes de 1816 se desarrollaron en la forma siguiente:
El Libertador no pudo conseguir en Jamaica la ayuda que buscaba para intentar la invasión de Tierra Firme. Enterado de que la plaza de Cartagena, sitiada por Morillo, había caído en poder de los realistas, y que un buen número de defensores de la plaza habían escapado y se encontraban en Haití, se dirigió a esta isla para hacer contacto con los exiliados patriotas y preparar una expedición a las costas de Venezuela. La buena acogida que le dispensó el Presidente de Haití, Alejandro Petión; la simpatía de éste por la causa hispanoamericana, y el apoyo de Luis Brión, quien había logrado salvar de Cartagena algunos pertrechos y barcos, facilitaron los planes del Libertador. Una asamblea de exiliados patriotas reunida en Los Cayos de San Luis, decidió llevar a cabo la expedición, compuesta de 250 hombres, en su mayoría ofíciales, que zarpó hacia Venezuela el 31 de marzo de 1816. Acompañaban a Bolívar: Mariño, Anzoátegui, Brión, Soublette, Piar, Bermúdez, Mac Gregor, Justo Briceño, Francisco Antonio Zea, Pedro León Torres, Ambrosio Plaza y otros.
Previamente hubo que resolver el problema del mando de la expedición. Varios exiliados se negaban a aceptar a Bolívar como jefe, desconfiados tal vez por el recuerdo del fracaso de 1814, cuya responsabilidad achacaban a El Libertador. Pero Bolívar contaba con las simpatías de Petión y con el apoyo de Brión, que disponía de los recursos salvados de Cartagena. Estos factores determinaron la aceptación de El Libertador como jefe de la expedición mediante el compromiso de que convocara e instalara el Congreso de Venezuela tan pronto fuera ocupado el territorio.
El dos de mayo, las naves patriotas, bajo el mando de Luis Brión, sorprendieron y derrotaron dos barcos españoles a la altura de Los Frailes, al noreste de Margarita. Este mismo día como a las nueve de la mañana cantó el vigía vela enemiga al Oeste, corriendo con las armaduras a estribor, y se reconoció ser una goleta grande de gavia. Poco después se avistó un bergantín, también enemigo Clavando el Pabellón Nacional al palo mayor, la goleta «La Comandanta», donde iba Bolívar, se dispuso a dar caza a los barcos enemigos, se lanza al abordaje del bergantín «El Intrépido», de catorce cañones de a 8, entre los cuales había 6 culebrinas de bronce, y 140 españoles de guarnición al mando del teniente de fragata Don Rafael La Iglesia, que murió en el combate. Aun cuando durante un largo rato estuvieron los buques a menos de un tiro de pistola sin poder fijar los arpeos o garfios, por los esfuerzos del enemigo por impedirlos, por fin se logró la operación, y un grupo de patriotas se lanzó sobre la cubierta de «El Intrépido», blandiendo los sables, y se siguió una lucha desesperada al arma blanca, que finalizó en triunfo para la armada patriota. A raíz de este encuentro, desembarcaron en Juan Griego, y poco después, el 6 de mayo, reunieron en la Villa del Norte una asamblea en la cual tomaron parte los patriotas margariteños que bajo la dirección de Arismendi se habían sublevado poco antes contra las autoridades realistas de la isla. Esta asamblea ratificó a Bolívar como Jefe Supremo y nombró a Mariño como segundo. Con este carácter, El Libertador dictó el 8 de mayo una proclama, en la cual dice, entre otras cosas, lo siguiente:
«Venezolanos: he aquí el tercer período de la República… Nuestras reliquias dispersas por la caída de Cartagena, se reunieron en Haití. Con ellas y con los auxilios de nuestro magnánimo almirante Brión, formamos una expedición que, por sus elementos parece destinada a terminar para siempre el dominio de los tiranos en nuestro patrio suelo… El Congreso de Venezuela será nuevamente instalado donde y cuando sea vuestra voluntad..
Yo os autorizo para que nombréis vuestros diputados en Congreso, sin otra convocación que la presente, confiándoles las mismas facultades soberanas que en la primera época de la República…
Españoles que habitáis a Venezuela, la guerra a muerte cesará si vosotros la cesáis: sino, tomaremos una justa represalia y seréis exterminados..».
El primero de junio los patriotas desembarcaron en Carúpano, y al día siguiente El Libertador dictó su célebre Decreto dirigido a los habitantes de Río Caribe, Carúpano y Cariaco, región cacaotera de numerosa población esclava, por el cual se les concedía la libertad a los esclavos que se incorporaran al ejército patriota. El Decreto dice así:
«Considerando que la justicia, la política y la Patria reclaman imperiosamente los derechos imprescriptibles de la naturaleza, he venido ha decretar, como decreto, la libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo español, en los tres siglos pasados. Considerando que los República necesita de los servicios de todos sus hijos, tenemos que imponer a los nuevos ciudadanos las condiciones siguientes:
Artículo primero. Todo hombre robusto desde la edad de catorce hasta la de sesenta años, se presentará en la parroquia de su Distrito a alistarse en las banderas de Venezuela, veinte y cuatro horas después de publicado el presente decreto.
Artículo cuarto. Los parientes de los militares empleados en el ejército libertador gozarán de los derechos de ciudadanos y de la libertad absoluta que les concede este decreto a nombre de la República de Venezuela.
Mariño, Piar y Arismendi quedaron al mando de las operaciones militares en Oriente; y El Libertador, con 600 hombres, se embarcó en Carúpano con rumbo al centro. Desembarcó en Ocumare de la Costa y destacó la vanguardia hacia los Valles de Aragua para forzar el ataque a Caracas. Sin embargo, sus tropas fueron rechazadas y tuvo que reembarcarse, dejando en tierra algunos contingentes. Bolívar se dirigió a Bonaire, y poco después volvió a Oriente donde fue desconocido por Mariño y Bermúdez. Después de este hecho, El Libertador se marchó de nuevo a Las Antillas, en donde permaneció hasta fines de 1816. El 28 de diciembre de ese mismo año, desembarcó de nuevo en Juan Griego y de allí pasó a Barcelona, reconocido una vez más como Jefe del Ejército Patriota.
Las tropas que quedaron en Ocumare de la Costa, bajo la dirección de Mac Gregor, evadieron el encuentro con los realistas, y a través de los Valles de Aragua y los llanos de Guárico, fueron a incorporarse a las guerrillas de Zaraza y Monagas. Estos contingentes engrosaron en los llanos de Barcelona las fuerzas que Piar había llevado desde Carúpano, y juntas bajo la dirección de Piar, derrotaron a los realistas en El Juncal, asegurando con esta victoria las posiciones patriotas en las provincias orientales.
A fines de 1816, la situación de los patriotas era de franca recuperación. El balance de los hechos militares de ese año, permite establecerlas siguientes conclusiones:
1) Volvieron al país importantes contingentes de patriotas que se habían refugiado en Las Antillas.
2) Se realizó la unificación de estos contingentes con las guerrillas que habían quedado en el país después del fracaso republicano de 1814.
3) Se obtuvieron triunfos militares que pusieron en manos patriotas el territorio oriental.
4) La ocupación del Oriente permitió a los patriotas llevar a cabo la conquista de la provincia de Guayana.
7 de diciembre de 1824: Lima (Perú), Bolívar convoca el Congreso Anfictiónico de Panamá
Desde Lima, Bolívar convoca el Congreso Anfictiónico de Panamá, prueba de su ideal integracionista
El 7 de diciembre de 1824, el Libertador Simón Bolívar convocó a los países que formaban las antiguas colonias españolas a reunirse en un Congreso en Panamá, con el objeto de asumir su defensa y forjar una perspectiva de unidad e integración.
Celosos de la posibilidad de que surgiera en América del Sur una potencia capaz de hacer respetar sus derechos ante las ambiciones imperialistas de las grandes potencias, la convocatoria del Libertador encontró el abierto sabotaje, especialmente de Inglaterra (Reino Unido) y Estados Unidos.
Posteriormente, valiéndose de las debilidades de los gobiernos locales, Estados Unidos ejecutó su propio proyecto “panamericano”, la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas (1890), luego Unión Panamericana (1910), y, por último, Organización de Estados Americanos (1948), bajo la tutela de sus intereses.
Venezuela, por voz del presidente Hugo Chávez, rescató el proyecto originario del Padre de la Patria y hoy los países de América Latina marchan hacia su integración en el marco de su propia soberanía, mediante organizaciones como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), entre otras.
5 de diciembre 1813: Bolívar vence en Araure, Estado Portuguesa.VENEZUELA.
El 5 de diciembre de 1813 Bolívar vence en Araure, «contra la ciencia del español Ceballos … contra la fiereza mayúscula del canario Yañez», en una de las batallas más gloriosas.
La Batalla comenzó al amanecer y tuvo una duración de seis horas, aproximadamente. Las tropas realistas eran numéricamente superiores a los efectivos patriotas. Quedaron en poder de los patriotas 200 prisioneros, cuatro banderas y numerosas piezas de artillería. En este solo choque, apasionado y violento, perecieron alanceados más de 500 jinetes de Yañez, el Ñaña de los llaneros. Aquí peleó el batallón que en la pasada jornada de Barquisimeto fue castigado por el Libertador, negándole el nombre y el derecho a llevar bandera.
Pero tan valientemente se comportó en la acción, que Bolívar dijo a los soldados al día siguiente: «Vuestro valor ha ganado ayer en el campo de batalla, un nombre para vuestro cuerpo, y aún en medio del fuego, cuando os vi triunfar, le proclamé del Batallón Vencedor de Araure. Habéis quitado al enemigo banderas que en un momento fueron victoriosas; se ha ganado la famosa llamada invencible de Numancia».
1º de diciembre 1817: Bolívar inicia campaña del Centro, un nuevo intento por sumar Caracas a la causa de la Independencia. Oposición de Páez frustra el proyecto.
Tal día como hoy, en 1817, Simón Bolívar propone salir de Angostura (Ciudad Bolívar, Bolívar) para realizar una campaña en los llanos de Calabozo, donde se encontraba Pablo Morillo. Este intento del Libertador, cuyo objetivo era Caracas, fracasa debido a la derrota del general Pedro Zaraza en La Hogaza (Guárico), obligándolo a regresar a Angostura a esperar una oportunidad más propicia.
En 1818 vuelve a intentarlo; une su ejército al de José Antonio Páez e inicia la campaña del Centro. Derrota a Morillo, que se va a refugiar en Villa de Cura (Aragua). El Libertador propone buscarlo allí para derrotarlo. Sin embargo, el general Páez se negó a seguir adelante, indicando que preferible era devolverse a San Fernando de Apure. Bolívar cedió, pues los llaneros obedecían a nadie más que a Páez.
Las objeciones de Páez tenían su apoyo en las condiciones de la guerra. El ejército patriota era victorioso cuando podía desplazar a su invencible caballería. Su arma fuerte era la larga lanza de sus jinetes y la destreza de sus llaneros para usarla. Mientras que los realistas tenían más dominio de sus cañones. Páez recordaba los infortunios de La Puerta (Guárico) y las dificultades de su caballería para actuar en terrenos accidentados. Prefería las anchas sabanas, donde sus golpes eran certeros
vía Diariovea – Tal día como hoy.
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Con la Guayana en manos republicanas, Bolívar había marchado hacia Apure y se entrevistó con el jefe llanero José Antonio Páez, caudillo de la región, en el hato Cañafistola. Logrado la adjeción de Páez a su mando y terminada la concentración de tropas, el ejército venezolano cruza el río Apure el 12 de febrero e inicia una ofensiva contra las fuerzas realistas en el Guárico. El grueso de los ejércitos realistas es derrotado en Calabozo tras lo cual los realistas se retiran hasta los valles de Aragua perseguidos por Bolívar. La retirada de Páez con su caballería de vuelta a San Fernando y la victoria de Morillo en La Puerta cambian el curso de la campaña y obligan a Bolívar a volver a Apure perseguido por los españoles.