Taimaboffil's Blog

A la mujer, jóvenes y niñ@s, con pretendida óptica revolucionaria.

3 de abril 1884:durante la segunda presidencia de Guzmán Blanco es inaugurada la Capilla de El Calvario.Venezuela

Venezuela: Inaugurada capilla de El Calvario

http://encontrarte.aporrea.org/
En 1884, durante la segunda presidencia de Guzmán Blanco es inaugurada la Capilla de El Calvario, de estilo gótico francés

Esta capilla forma parte del Sistema de la Federación, levantado en el centro de Caracas e integrado por el Paseo de El Calvario, la Capilla de Lourdes y el Túnel de El Calvario que hoy comunica con el 23 de Enero, con el Arco de la Federación.

abril 3, 2011 Posted by | ARQUITECTURA, ARTE, HISTORIA, POLÍTICA | , , , , , , | Deja un comentario

17 marzo 2011: VIDEO de estudiantes de los oposiciónistas (= ó + ó – fascistas) en «huelga de hambre» comiendo «cachitos»(= ó + ó – «croissants»).Venezuela.

Ver original en: http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/vea-el-video-de-estudiantes-huelguistas-de-la-oposicion-comiendo-cachitos/
Correo del Orinoco.- El conductor del programa La Hojilla, Mario Silva, presentó la noche de este miércoles un video en el que se observa a estudiantes que se mantienen en una supuesta huelga de hambre, y sin embargo se esconden para comer pan y tomar alguna especie de refresco.
 
 
En otro punto del video publicado por VTV, tomado en las  adyacencenciaS del PNUD en Caracas, también se puede observar cuando dos de los supuestos huelguistas entran a una establecimiento de comida rápida.

 http://www.youtube.com/watch?v=5grnUI26gRo&feature=player_embedded#t=0s

marzo 18, 2011 Posted by | AUDIO, CINE, COMUNICACIONES, Humor, POLÍTICA, Teatro de calle, Televisión, TV | , , , , , , , , | 2 comentarios

16 de febrero 1954:los restos del pedagogo y filósofo venezolano Simón Rodríguez son trasladados al Panteón Nacional. Venezuela.

Via: http://encontrarte.aporrea.org/

Panteón Nacional. República Bolivariana de Venezuela 

El 16 de febrero de 1954, son trasladados al Panteón Nacional los restos del gran pedagogo y filósofo venezolano Simón Rodríguez.


Despliegue de Bandera (Al fondo el Panteón Nacional)



En Mayo de 1791 el Cabildo de Caracas le dió un puesto como profesor en la “Escuela de Lectura y Escritura para niños”. Allí, tuvo la oportunidad de ser el tutor del futuro Libertador Simón Bolívar, quien consideraba a su maestro como “El hombre más extraordinario del mundo”.

 

  • Fuertemente influenciado por «El Emilio» de Jean-Jacques Rosseau, Simón Rodríguez desarrolla una revolucionaria concepción de lo que debe ser el modelo educativo de las nacientes naciones americanas. Con ello intentaba romper con las rígidas costumbres educativas del colonial. En 1853, viaja a Perú, país donde fallece el 17 de julio. Setenta años después, sus restos fueron trasladados al Panteón de los Próceres en Lima, y desde allí, justo un siglo después de su fallecimiento, su restos fueron devueltos a Caracas, donde reposan en el Panteón Nacional.

febrero 16, 2011 Posted by | BIOGRAFÍA, EDUCACIÓN, HISTORIA | , , , , , , | Deja un comentario

1º de febrero 2011: dudas sobre autenticidad de los restos de Zamora resguardados en el Panteón Nacional.Venezuela.

 http://www.correodelorinoco.gob.ve/
Ezequiel Zamora: General de hombres y mujeres libres.

Correo del Orinoco.- Una historia absurda rodea los restos del general Ezequiel Zamora. El 23 de septiembre de 1868, Desiderio Escobar -quien había sido su edecán- y Ramón García -uno de sus oficiales- publicaron una carta en el periódico El Federalista en la que declaraban que habían exhumado los restos de su antiguo comandante de la tumba en la que yacían en San Carlos. Meses después, el 26 de febrero de 1869, el presidente encargado de la República de Venezuela, Guillermo Tell Villegas, dictó un decreto que ordenaba trasladar esos restos a Caracas, que ya habían llegado a La Victoria el 24 de febrero de ese mismo año.

 
Sin embargo, en 1872, otro presidente, Antonio Guzmán Blanco, se trasladó personalmente hasta la tumba de Zamora en San Carlos con una comitiva y procedió a desenterrar el cadáver, que envió a Puerto Cabello para que desde allí fueran conducidos a Caracas. El hecho público y notorio de que cuatro años antes, Escobar y García se le habían adelantado, lo tenía sin cuidado. Así, el 11 de septiembre de ese año, los “nuevos” restos de Zamora arribaron a La Guaira. Desde allí fueron trasladados a Caracas, en cumplimiento de un decreto presidencial fechado el día 10.

¿Un hombre con dos cadáveres?
 
Está claro que Guzmán Blanco nunca dio crédito al testimonio de Desiderio Escobar y Ramón Gracía. Además, él mismo había enterrado a Ezequiel Zamora en San Carlos, quien estaba a su lado cuando un francotirador le asestó un balazo en un ojo, el 10 de enero de 1860. La inhumación del cuerpo se hizo en secreto, según él, para evitar que la noticia desmoralizara a la tropa en un momento determinante para el triunfo de las fuerzas federalistas.
 
 
Nadie podía rebatirle a Guzmán Blanco su conocimiento del lugar exacto de la tumba, que por doce años se había reservado. Sin embargo, no era fácil desmentir a Escobar y a García, ya que ellos también acompañaron a Zamora hasta su último suspiro, y participaron en su entierro. Además, desde el mismo momento en que se supo que habían asesinado al Héroe de Santa Inés, mucha gente acusó a Guzmán de haberlo llevado a una trampa. Y ahora no le iban a creer que estuviera diciendo la verdad.
 
 
Lo cierto es que el 13 de septiembre de 1872, a las 8:00 am, un cañonazo estremeció a Caracas para anunciar que los restos que Guzmán aseguraban eran de Zamora, iniciaban su marcha final hasta la Iglesia de la Santísima Trinidad, que sería declarada Panteón Nacional en 1874. Ese día también ingresaron al recinto los restos de Manuel Ezequiel Bruzual y de José Gregorio Monagas. La elevación del Valiente Ciudadano al Altar de la Patria, puede haber atenuado en algo las sospechas que se cernían sobre Guzmán Blanco, pero no apagó la polémica sobre la autenticidad del cuerpo al que ahora se le rendían honores.
 
 
Años más tarde, el presidente Joaquín Crespo, en mayo de 1884 retomó el caso, y le encomendó al historiador y militar retirado Manuel Landaeta Rosales recuperar los restos exhumados por Desiderio Escobar y Ramón García, que se hallaban en Los Teques.
 
En una curiosa muestra de pragmatismo salomónico, Crespo pensaba preservar en el Panteón los restos que llevó Guzmán al lado de los que Escobar y García habían recuperado en San Carlos. Su razonamiento era que como “uno de los restos tenían que ser los auténticos”, se lograría el “contentamiento de todos los partidos”. Así está registrado en un informe de Landaeta Rosales cedido al Correo del Orinoco por el profesor Manuel Monasterios, miembro de la Academia de la Historia del estado Miranda.

Un enigma no resuelto
 
El profesor Monasterios explicó que el cortejo con los restos exhumados por los oficiales de Zamora hizo un alto en Los Teques, donde permanecerían por un tiempo para que el pueblo pudiera rendirles tributo. “Pero en Caracas el clima político era muy inestable. Ya Guzmán Blanco estaba moviéndose para tomar el poder. Después hubo disturbios, vino la llamada Revolución de abril. Me imagino que en vista de eso, prefirieron esperar”.
 
 
El desenlace de las revueltas políticas a las que se refiere Monasterios fue la asunción la poder de Guzmán Blanco, quien nunca aclaró del todo las circunstancias de la muerte de Zamora, que los zamorianos le achacaban. Además, hay testimonios de que persiguió a Emilio Navarro, Higinio de Bustos y Prudencio Vaśquez, “testigos presenciales del hecho y militares fieles a Zamora”, quienes “aseguraron ser víctimas de persecuciones por parte de Guzmán Blanco para que no revelaran aquel secreto”, (Revista Memorias n°1, ene-feb 2008).
Por eso Crespo asumió aquella diatriba como un asunto de Estado. Cerrar aquellas heridas era, al mismo tiempo, una deuda con el pueblo y una forma de bajar las tensiones que ese tema desataba. Su plan, no obstante, habría de fracasar, pues los restos que estaban en Los Teques desaparecieron. Landaeta Rosales estuvo en la iglesia San Juan Bautista de la capital mirandina y constató que los restos estaban allí, señala Monasterios.
 
 
Monasterios advierte que el relato del historiador no es del todo claro, “no dice, por ejemplo, si ordenó abrir una urna expuesta en la capilla o si tuvieron que desenterrarla”. En todo caso, el acta que hizo levantar ese día, y cuya transcripción nos ha hecho legar el profesor es es elocuente. En el texto se citan las palabras del “Capellán Mayor del Ejército Reconquistador Nacional, presbítero doctor Berardo P. S. Larrain”, presente en el acto “por disposición del Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo de Caracas y Venezuela”, quien pronunció las siguientes palabras:
 
 
“ Fijad una mirada imparcial e inteligente sobre el montón de cenizas descuadernadas que contiene ese pequeño asilo (…) las que dentro de muy breves días, trasladadas en otro de mejor condición podréis juzgarlas a la altura del honor y recompensa que ellas merecen”.
 
 
A esto, la encendida retórica del sacerdote agrega una conclusión categórica: “Por fin, señores, registrad ese árido y descarnado cráneo, y los veréis traspasado de un balazo, y al través de la fisonomía de la materia y de la nada nos revela la imagen del esclarecido general en Jefe Ezequiel Zamora! Sí, ella es, no lo dudéis…”
 
 
Landaeta Rosales regresó a Caracas a preparar la recuperación de los restos. Pero cuando regresó, meses después, ya no estaban allí. El texto al que tuvimos acceso no ahonda en detalles sobre esta extraña desaparición. ¿Qué ocurrió? Hasta el día de hoy, no hay respuesta a esta pregunta.
 
 
Años antes más tarde, el sabio Lisandro Alvarado, autor de una importante obra sobre la Guerra federal, se interesó en el misterio del destino final del cadáver de Zamora. Su amigo José Gil Fortoul, otra gran figura de las ciencias sociales le dio una opinión categórica al respecto, en una carta del 4 de septiembre de 1904: “Que Guzmán, hombre previsor y planes a largo plazo, desease la muerte del caudillo, es cosa verosímil, o suposición plausiva. Pero para creer que fue autor o cómplice, se necesitan pruebas mejores que las alusivas hasta ahora. Respecto de los restos llevados al panteón, puede ya afirmarse rotundamente que son falsos”.
¿Qué ocurrió entonces con los “verdaderos”? Hasta el día de hoy, no hay respuesta a esta pregunta.
 
 
 
Olvido intencional
 
El profesor Monasterios piensa que la discusión sobre la autenticidad de los restos de Ezequiel Zamora que reposan en el Panteón Nacional se debe a que, lejos de ser honrado por los gobiernos de la Federación, y los que siguieron, fue marginado: “Fíjese que la estatua que está hoy en Cúa, fue colocada por Guzmán Blanco en la Plaza de Abril, donde hoy está la plaza Capuchinos, que era un lugar periférico. No la puso en un lugar central, en el sitial de honor que le correspondía. Después Pérez Jiménez la trasladó” para la ciudad natal del líder del ejército popular de hombres libres.
 
A esto, el historiador Néstor Castro agrega que los gobiernos de la Cuarta República terminaron de opacar su figura. No había interés en mantener viva la memoria de un hombre que encabezó una revolución social real. En su opinión, debería nombrarse una comisión para esclarecer el caso. “Zamora es tan importante para el proceso de cambio que estamos viviendo como lo son Bolívar y Rodríguez”, asevera, en alusión al Árbol de las Tres Raíces que sintetiza a la Revolución Bolivariana.

Importante hallazgo histórico
Desde principios de 1894 hasta mediados de 1893, sostuve por la prensa de Caracas (El Tiempo y otros periódicos) la ruidosa controversia sobre los restos mortales del general I Zamora…
En mayo de 1894 el general Crespo, Presidente entonces (..) y admirador de las glorias de Zamora e interesado la controversia por todo lo que veía escrito, me ordenó solicitara en Los Teques los restos traídos allí en 1869 (…) fui personalmente a Los Teques, el domingo 3 de junio siguiente, y obtuve (…) las contestaciones (…) es decir, la constancia de existir allí los restos del general Ezequiel Zamora traídos en 1869, los cuales vi, y ocurrí luego al cura y Vicario del presbítero doctor Jesús María Ornes Mota y le manifesté lo que pasaba, para que se conservarán aquellos restos, mientras el gobierno tomaba cartas en el asunto y resolvía lo conveniente.
 
 
El plan del general Crespo era muy sencillo: “reunir en el Panteón los restos que estaban allí depositados como de Zamora y los que los azules trajeron en 1869 de San Carlos, que estaban en Los Teques”, y con aquello quedaba resuelto el punto a contentamiento de todos los partidos; pues uno de los restos tenían que ser los auténticos; y con dicha operación terminaba la controversia. Con aquel hallazgo mío en Los Teques, se pusieron en movimiento, todos los empeñados en hacer que los restos del Panteón fueran los verdaderos y les salí al encuentro y vencí una vez más.
Volví meses después a Los Teques y no encontré los restos.
Manuel Landaeta Rosales
*Fragmentos de texto publicado en Caracas el 30 de agosto de 1919.

Testimonio: Capellán Bernardo P. S. Larrain
 
A los diecinueve de abril de mil ochocientos sesenta y nueve, como a las seis de la tarde, reunido en la iglesia parroquial de Los Teques un lucido número de vecinos notables de la población, invitados por las autoridades eclesiásticas y civil, con el fin de presenciar el religioso ceremonial que debía hacerse al entregar los ilustres y venerandos restos del finado general Ezequiel Zamora, el honorable capellán mayor del Ejército Reconquistador Nacional, presbítero doctor Berardo P. S. Larrain, por disposición del Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo de Caracas y Venezuela, el venerable cura y vicario de Los Teques, tuvo lugar el acto siguiente: El expresado presbítero doctor Larrain, discurriendo al efecto indicado, previa lectura de las notas que habían precedido a dicho acto, dijo: “Señores, impuestos como estáis ya del respetuoso objeto con que se os ha invitado a este augusto recinto (…) ¡Levantaos, pues, señores, acercaos a esa urna funeraria. . .! fijad una mirada imparcial e inteligente sobre el montón de cenizas descuadernadas que contiene ese pequeño asilo, que labrara provisoriamente sobre su prolongado y culpable olvido, la gratitud de sus amigos y compatriotas, las que dentro de muy breves días, trasladadas en otro de mejor condición podréis juzgarlas a la altura del honor y recompensa que ellas merecen. Mientras tanto ellas son las reliquias de un valiente venezolano, de un soldado, fiel intérprete de sus deberes, y de un General cuya independiente memoria aún respeta el temor de los que venció. . . Por fin, señores, registrad ese árido y descarnado cráneo, y los veréis traspasado de un balazo, y al través de la fisonomía de la materia y de la nada nos revela la imagen del esclarecido general en Jefe Ezequiel Zamora! Sí, ella es, no lo dudéis…”
*Fragmento del acta de entrega de los restos de Zamora a la Iglesia de Los Teques, 19 de abril de 1869.

NOTA DE TAIMA: Lo importante es que ya el gran General en Jefe ha sido rescatado del olvido y desprecio ocasionados por la odiada y aberrante -por traición patria, entre otras razones- oligarquía que Zamora combatía a muerte. Es cierto, se debería investigar más a fondo sobre la verdad de su vida y su muerte, para ubicar sus restos con la veraz conformidad ante el sitial de honor que le corresponde. Repetimos, lo trascendente es que mi General Zamora se volvió el pueblo que llegó a ser y es… que la tierra y los hombres y mujeres ya avanzamos hacia el ser libres guerreros(as) del viento que tantas veces él conoció batallando velozmente sobre libremente guiada cabalgadura.
Ver también: 1º de febrero de 1817: Ezequiel Zamora 1817-1860. Venezuela.
Ver también:  UN FILM. AUTORES: EL PUEBLO, ZAMORA, BRITO, CHALBAUD…LA VILLA DEL CINE. VENEZUELA

 

 

 

febrero 2, 2011 Posted by | BIOGRAFÍA, HISTORIA, POLÍTICA | , , , , , , , , , , | 2 comentarios

1º de febrero 1936: Son arrojados al mar los grillos con los que Gómez torturaba a los presos políticos. Venezuela

1º de febrero 1936: Son arrojados al mar los grillos con los que Gómez torturaba a los presos políticos. Venezuela

Grilletes «sencillos» con cadena.

Son arrojados al mar los grillos con los que Gómez torturaba a los presos políticos.


Base para «remachar» los grillos
Carcel «La Rotunda». Caracas.



Dijo Andrés Eloy Blanco: «Hemos echado al mar los grillos de los pies. Ahora vayamos a las escuelas a quitarle a nuestro pueblo los grillos de la cabeza (…) maldito el hombre que intente fabricarlos de nuevo y poner una argolla en la carne de un hijo de Venezuela»

Durante el año de 1936, en Puerto Cabello (Estado Carabobo, Venezuela) tuvo lugar un acto de gran simbolismo. A solicitud del pueblo, fueron arrojados al mar centenares de grillos con los que la tiranía de Juan Vicente Gómez, Judas Iscariote de su época, quien entregó al gobierno imperialista yankee nuestro petróleo y quizo ofrendarles nuestra propia Patria, torturando y asesinando a sus adversarios políticos.




«Soportando grillos en pies (75 lbs.) y manos»,
preso en «La Rotunda», 1930.
Caracas. Venezuela 



Los grillos sujetaban los tobillos del prisionero inmovilizándolo y produciéndole heridas. En el acto de arrojar los grillos al mar habló el gran poeta Andrés Eloy Blanco, quien dijo: «Hemos echado al mar los grillos de los pies. Ahora vayamos a las escuelas a quitarle a nuestro pueblo los grillos de la cabeza, porque la ignorancia es el camino de la tiranía. Hemos echado al mar los grillos. Y maldito el hombre que intente fabricarlos de nuevo y poner una argolla en la carne de un hijo de Venezuela».

febrero 2, 2011 Posted by | DERECHOS HUMANOS, HISTORIA, POLÍTICA | , , , , , , , , , | Deja un comentario

31 de enero de 1815: José Félix Ribas, prisionero en Tucupido, es despedazado, su cabeza y miembros, hervidos en aceite, expuestos en postes a la entrada de Caracas (La «Civilización» Imperial Católica Española).Venezuela

31 de enero de 1815: José Félix Ribas, prisionero en Tucupido, es despedazado, su cabeza y miembros, hervidos en aceite, expuestos en postes a la entrada de Caracas (La «Civilización» Imperial Católica Española).Venezuela

Prisionero en Tucupido (estado Guárico, Venezuela), José Félix Ribas es despedazado, su cabeza y miembros, hervidos en aceite son expuestos en postes a la entrada de Caracas.
 El 31 de enero de 1815, después de las terribles derrotas sufridas por los patriotas el año 1814, el general José Félix Ribas se internó en los llanos de Guárico a fin de buscar posibilidades de continuar la resistencia contra la dominación realista. Las autoridades españolas lo ubicaron en Tucupido y fue detenido.

No se conformaron los esbirros con propinarle toda clase de torturas sino que, por orden de las autoridades de la ocupación española, su cuerpo fue despedazado. Sus miembros ensangrentados fueron colgados de postes, con carteles denigrantes, a las puertas de las principales poblaciones. En la entrada de Caracas, en el sector conocido como La Puerta de Caracas, al norte de la parroquia La Pastora, fue colocada su cabeza en una jaula después de hervirla en aceite. Allí estuvo hasta la derrota de los españoles en la batalla de Carabobo. Hoy existe un monumento en el lugar que recuerda la brutalidad de la ocupación española.
José Félix Ribas nació en Caracas el 19 de noviembre de 1775. Cuando estalló la revolución del 19 de abril de 1810, fue puntero en la exigencia a favor de la Independencia y se le vio recorrer la ciudad con un gorro semejante a los usados por los revolucionarios franceses. Participó en la Campaña Admirable con la que el Libertador Simón Bolívar estableció la Segunda República y se cubrió de gloria en los campos de Niquitao (Trujillo), en Los Horcones (Lara), en la primera batalla de Carabobo, en La Puerta (Guárico), en Carúpano (Sucre) y en Urica (Anzoátegui). Fue en La Victoria (Aragua) donde conquistó el título de «Vencedor de los Tiranos». La Patria aún llora su muerte y protesta la crueldad de la ocupación.



Monumento a José Félix Ribas
Puerta de Caracas, La Pastora.
Caracas, Venezuela
.

Monumento a José Félix Ribas. Este monumento tiene forma de pequeño templo de estilo griego, en mármol negro y blanco, custodiado por altos cipreses. En él se halla una lápida en memoria del heroico patriota José Félix Ribas y de su trágico fin. Contiene un relieve que representa la cabeza de Ribas, exhibida en alto sobre un elemento vertical o columna. A su lado una figura femenina, de pie, vestida con túnica, con su brazo izquierdo extendido, sostiene en su mano una rama. La losa de mármol del alto relieve, se inscribe en un pórtico clásico formado por dos columnas que sostienen un remate triangular. El monumento está ubicado en un pequeño solar de estrecho frente, entre medianeras, habilitado en forma de plaza y cerrado, hacia la calle, por una reja de hierro con puertas que se mantienen cerradas con cadena y candado.



Monumento al Prócer caraqueño Independentista
José Félix Ribas
(Panteón Nacional, Caracas. Venezuela)



enero 31, 2011 Posted by | BIOGRAFÍA, HISTORIA, POLÍTICA | , , , , , , , , , , , , , | 2 comentarios

30 de enero de 1895: Día de la Cruz Roja Venezolana.Venezuela

El 30 de enero de 1895 se establece la Sociedad Venezolana de la Cruz Roja, en el marco de los actos del primer centenario del nacimiento del Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, quien fue el héroe de la Independencia venezolana que más se preocupó por humanizar la guerra.
Su creación se debió al deseo de que se cumplieran en nuestro país las previsiones establecidas en la Convención Internacional de Ginebra, reunida en 1864, en la cual se acordaron medidas especiales para la atención de los heridos en guerra y la protección de los cuerpos de socorro. Venezuela se sumó a este acuerdo por decreto del Congreso Nacional y por declaración del Ejecutivo Federal, fechado el 9 de junio de 1894.



Antiguo Hospital de la Cruz Roja, hoy Hospital Carlos J. Bello


Carlos J. Bello, El Médico.
martes, abril 07, 2009.
lidice.blogspot.com/…/quien-fue-el-dr-carlosjbello.html-  lidice.blogspot.com/

Con esta nota daremos inicio a la construcción de la historia de la Urb. Lídice, desde el punto de vista de lo que significó la creación de un proyecto totalmente social dirigido a familias de la clase obrera trabajadora residente en el Distrito Federal (1943), historia que consideramos no tiene similares en otras comunidades del país. Iniciando esto con la historia del Dr. CARLOS J. BELLO, nombre dado al dispensario que esta ubicado en el sector El Parque de la Urb. Obrera Municipal Lídice, y que en los actuales momentos (2009) está siendo objeto de trabajos de remodelación para convertirlo en un Centro de Diagnóstico Integral.


El Dr. Carlos J. Bello nació en Valencia el 16 de julio de 1886. Una epidemia de fiebre amarilla en 1905 y otra de peste bubónica en 1908, ocurridas en La Guaira, atrajeron la vocación asistencial del todavía estudiante de medicina. Entre 1910 y 1920 ejerció la medicina en varias ciudades de la región centro-occidental de Venezuela como San Juan de los Morros, Valencia, Villa de Cura, Maracaibo y San Cristóbal. Escribió entre 1918 y 1920 numerosos artículos científicos sobre temas de medicina tropical. Entre 1921 y 1925 desarrolló en Maracaibo y San Cristóbal una dinámica actividad asistencial en los Hospitales Chiquinquirá y San Juan de Dios respectivamente, del último de los cuales fue director.
Ya para 1925 se ubicó definitivamente en Caracas desempeñándose en el Hospital Vargas en funciones sanitarias y asistenciales. Fue Director de Epidemiología de la Dirección de Sanidad Nacional y luego Director de la Sanidad Nacional. Representó a Venezuela en Washington en la primera y segunda Conferencia Panamericana de Directores de Salud. En 1927 fue designado Presidente de la Cruz Roja Venezolana donde se dedicó en cuerpo y alma a la organización de los distintos servicios médicos, de los quirófanos y a la creación del «Cuerpo de Samaritanos de la Cruz Roja». Murió en Caracas el 20 de febrero de 1933.
En 1936, el instituto fue reinaugurado con la asistencia del entonces presidente de Venezuela general Eleazar López Contreras, posterior a una remodelación, dotación médico-quirúrgica moderna y una reorganización sustantiva de sus servicios acorde a las necesidades de salud de la población. Es entonces cuando maestros cirujanos de la talla del Dr. Manuel Corachán y García, quien vino de España y estuvo en Venezuela entre 1937 y 1941, llevó a cabo labores asistenciales y dejó un legado docente cuya semilla sería recogida por generaciones futuras de maestros cirujanos venezolanos. Asimismo se fueron conformando de manera efectiva Comités y Brigadas Educativas para la creación de la Cruz Roja Venezolana de la Juventud. Para 1938, fueron donados los terrenos contiguos al instituto por los hermanos Vollmer Boulton construyéndose en ellos la Escuela de Enfermeras Profesionales Francisco A. Risquez, inaugurada en su nueva sede en 1949 y que desde 1988 por decreto del entonces presidente de Venezuela Jaime Lusinchi, pasó a ser Colegio Universitario de Enfermería.


Hospital Carlos J. Bello en Caracas 
(Cruz Roja Venezolana)
En 1940, a instancias del entonces Secretario General de la Cruz Roja Venezolana, Dr. Joel Valencia Parpacén, se propuso que los distintos Departamentos del Instituto se integraran bajo el nombre de Hospital «Carlos J. Bello» como » un reconocimiento a la preclara figura de uno de los más ilustres y activos presidentes de la institución», lo cual fue unánimemente aprobado.


Publicadas por PROLIDICE lidice.blogspot.com/
  

enero 30, 2011 Posted by | HISTORIA, MEDICINA | , , , , , , , , , , | 2 comentarios

30 de enero de 1846: Nace Pérez Bonalde en Caracas. Venezuela

Juan Antonio Pérez Bonalde

  

 

En 1846 nace en Caracas el poeta Juan Antonio Pérez Bonalde, perteneciente a la segunda generación del movimiento romántico en Latinoamérica, y considerado precursor del modernismo por haber traducido obras de Heinrich Heine y Edgar Allan Poe.

Pasó su juventud en Puerto Rico y viajó por Europa, Asia, el Medio Oriente y Latinoamérica. Su poesía está marcada por sentimientos melancólicos y por un ritmo poético rico en matices. Su obra poética fue prolífica destacando «Vuelta a la Patria», «Flor» y «El Poema del Niágara», sin duda, sus versos más conocidos.
 
Vuelta a la Patria
Juan Antonio Pérez Bonalde

[1875]

A mi hermana Elodia

¡Tierra!, grita en la proa el navegante
y confusa y distante,
una línea indecisa
entre brumas y ondas se divisa;
poco a poco del seno
destacándose va del horizonte,
sobre el éter sereno,
la cumbre azul de un monte;
y así como el bajel se va acercando,
va extendiéndose el cerro
y unas formas extrañas va tomando;
formas que he visto cuando
soñaba con la dicha en mi destierro.
Ya la vista columbra
las riberas bordadas de palmares
y una brisa cargada con la esencia
de violetas silvestres y azahares,
en mi memoria alumbra
el recuerdo feliz de mi inocencia,
cuando pobre de años y pesares,
y rico de ilusiones y alegría,
bajo las palmas retozar solía
oyendo el arrullar de las palomas,
bebiendo luz y respirando aromas.
Hay algo en esos rayos brilladores
que juegan por la atmósfera azulada,
que me habla de ternuras y de amores
de una dicha pasada,
y el viento al suspirar entre las cuerdas,
parece que me dice: « ¿no te acuerdas?».
Ese cielo, ese mar, esos cocales,
ese monte que dora
el sol de las regiones tropicales…
¡Luz, luz al fin! Los reconozco ahora:
son ellos, son los mismos de mi infancia,
y esas playas que al sol del mediodía
brillan a la distancia,
¡oh, inefable alegría,
son las riberas de la patria mía!
Ya muerde el fondo de la mar hirviente
del ancla el férreo diente;
ya se acercan los botes desplegando
al aire puro y blando
la enseña tricolor del pueblo mío.
¡A tierra, a tierra, o la emoción me ahoga,
o se adueña de mi alma el desvarío!
Llevado en alas de mi ardiente anhelo,
me lanzo presuroso al barquichuelo
que a las riberas del hogar me invita.
Todo es grata armonía; los suspiros
de la onda de zafir que el remo agita;
de las marinas aves
los caprichosos giros;
y las notas suaves,
y el timbre lisonjero,
y la magia que toma
hasta en labios del tosco marinero,
el dulce son de mi nativo idioma.
¡Volad, volad, veloces,
ondas, aves y voces!
Id a la tierra en donde el alma tengo,
y decidle que vengo
a reposar, cansado caminante,
del hogar a la sombra un solo instante.
Decidle que en mi anhelo, en mi delirio
por llegar a la orilla, el pecho siente
dulcísimo martirio;
decidle, en fin, que mientras estuve ausente,
ni un día, ni un instante hela olvidado,
y llevadle este beso que os confío,
tributo adelantado
que desde el fondo de mi ser le envío.
¡Boga, boga, remero, así llegamos!
¡Oh, emoción hasta ahora no sentida!
¡Ya piso el santo suelo en que probamos
el almíbar primero de la vida!
Tras ese monte azul cuya alta cumbre
lanza reto de orgullo
al zafir de los cielos,
está el pueblo gentil donde, al arrullo
del maternal amor, rasgué los velos
que me ocultaban la primera lumbre.
¡En marcha, en marcha, postillón, agita
el látigo inclemente!
Y a más andar, el carro diligente
por la orilla del mar se precipita.
No hay peña ni ensenada que en mi mente
no venga a despertar una memoria,
ni hay ola que en la arena humedecida
con escriba con espuma alguna historia
de los alegres tiempos de mi vida.
Todo me habla de sueño y cantares,
de paz, de amor y de tranquilos bienes,
y el aura fugitiva de los mares
que viene, leda, a acariciar mis sienes.
me susurra al oído
con misterioso acento: «Bienvenido».
Allá van los humildes pescadores
las redes a tender sobre la arena;
dichosos, que no sienten los dolores
ni la punzante pena
de los que lejos de la patria lloran;
infelices que ignoran
la insondable alegría
de los que tristes del hogar se fueron
y luego, ansiosos, al hogar volvieron.
Son los mismos que un día,
siendo niño, admiraba yo en la playa,
pensando, en mi inocencia,
que era la humana ciencia,
la ciencia de pescar con la atarraya.
Bien os recuerdo, humildes pescadores,
aunque no a mí vosotros, que en la ausencia
los años me han cambiado y los dolores.
Ya ocultándose va tras un recodo
que hace el camino, el mar, hasta que todo
al fin desaparece.
Ya no hay más que montañas y horizontes,
y el pecho se estremece
al respirar, cargado de recuerdos,
el aire puro de los patrios montes.
De los frescos y límpidos raudales
el murmullo apacible;
de mis canoras aves tropicales
el melodioso trino que resbala
por las ondas del éter invisible;
los perfumados hálitos que exhala
el cáliz áureo y blanco
de las humildes flores del barranco;
todo a soñar convida,
y con suave empeño,
se apodera del alma enternecida
la indefinible vaguedad de un sueño.
Y rueda el coche, y detrás de él las horas
deslízanse ligeras
sin yo sentir, que el pensamiento mío
viaja por el país de las quimeras,
y sólo hallan mis ojos sin mirada
los incoloros senos del vacío…
De pronto, al descender de una hondonada,
«¡Caracas, allí está!», dice el auriga,
y súbito el espíritu despierta
ante la dicha cierta
de ver la tierra amiga.
¡Caracas allí está; sus techos rojos,
su blanca torre, sus azules lomas,
y sus bandas de tímidas palomas
hacen nublar de lágrimas mis ojos!
Caracas allí está; vedla tendida
a las faldas del Ávila empinado,
Odalisca rendida
a los pies del Sultán enamorado.
Hay fiesta en el espacio y la campaña,
fiesta de paz y amores:
acarician los vientos la montaña;
del bosque los alados trovadores
su dulce canturía
dejan oír en la alameda umbría;
los menudos insectos de las flores
a los dorados pístilos se abrazan;
besa el aura amorosa el manso Guaire,
y con los rayos de luz se enlazan
los impalpables átomos del aire.
¡Apura, apura, postillón, agita
el látigo inclemente!
¡Al hogar, al hogar, que ya palpita
por él mi corazón… Mas, no, detente!
¡Oh infinita aflicción, oh desgraciado
de mí, que en mi soñar hube olvidado
que ya no tengo hogar…! Para, cochero;
tomemos cada cual nuestro destino;
tú, al lecho lisonjero
donde te aguarda la madre, el ser divino
que es de la vida centro de alegría,
y yo…, yo al cementerio
donde tengo la mía.
¡Oh, insoluble misterio
que trueca el gozo en lágrimas ardientes!
¿En dónde está, Señor, ésa tu santa
infinita bondad, que así consientes
junto a tanto placer, tristeza tanta?
Ya no hay fiesta en los aires; ya no alegra
la luz que el campo dora;
ya no hay sino la negra
pena cruel que el pecho me devora…
¡valor, firmeza, corazón no brotes
todo tu llanto ahora, no lo agotes,
que mucho, mucho que sufrir aún falta:
ya no lejos resalta
de la llanura sobre el verde manto
la ciudad de las tumbas y del llanto;
ya me acerco, ya piso
los callados umbrales de la muerte,
ya la modesta lápida diviso
del angélico ser que el alma llora;
ven, corazón, y vierte
tus lágrimas ahora!

II

Madre, aquí estoy: de mi destierro vengo
a darte con el alma el mudo abrazo
que no te pude dar en tu agonía;
a desahogar en tu glacial regazo
la pena aguda que en el pecho tengo
y a darte cuenta de la ausencia mía.
Madre, aquí estoy; en alas del destino
me alejé de tu lado una mañana,
en pos de la fortuna
que para ti soñé desde la cuna;
mas, ¡oh, suerte inhumana!
hoy vuelvo, fatigado peregrino,
y sólo traigo que ofrecerte pueda,
esta flor amarilla del camino
y este resto de llanto que me queda.
Bien recuerdo aquel día,
que el tiempo en mi memoria no ha borrado;
era de marzo una mañana fría
y cerraba los cielos el nublado.
Tú en el lecho aún estabas,
triste y enferma y sumergida en duelo,
que, con alma de madre, contemplabas
el hondo desconsuelo
de verme separar de tu regazo.
Llegó la hora despiadada y fiera,
y con el pecho herido
por dolor hasta entonces no sentido,
fui a darte, madre, mis postrer abrazo
y a recibir tu bendición postrera.
¡Quién entonces pensara
que aquella voz angélica en mi oído
nunca más resonara!
Tú, dulce madre, tú, cuando infelice,
dijiste al estrecharme contra el pecho:
«Tengo un presentimiento que me dice
que no he de verte más bajo este techo».
Con un supremo esfuerzo desliguéme
de los amantes lazos
que me formaban en redor tus brazos,
y fuera me lancé como quien teme
morir de sentimiento.
¡Oh, terrible momento!
Yo fuerte me juzgaba,
mas, cuando fuera me encontré y aislado,
el vértigo sentí del pajarillo
que en jaula criado,
se ve de pronto en la extensión perdido
de las etéreas salas,
sin saber dónde encontrará otro nido
ni a dónde, torpes, dirigir sus alas.
Desató el sollozar el nudo estrecho
que ahogaba el corazón en su quebranto
y se deshizo en llanto
la tempestad que me agitaba el pecho.
Después, la nave me llevó a los mares,
y llegamos al fin, un triste día
a una tierra muy lejos de la mía,
donde en vez de perfumes y cantares,
en vez de cielo y verdes palmas,
hallé nieblas y ábregos, y un frío
que helaba los espacios y las almas.
Mucho, madre, sufrí con pecho fuerte,
mas suavizaba el sufrimiento impío,
la esperanza de verte
un tiempo no lejano al lado mío.
¡Ah del mortal ciego
confía su ventura a la esperanza…!
La ley universal cumplióse luego,
y vi en el alma, presta,
la mía disiparse,
cual mira en lontananza
torcer el rumbo en dirección opuesta
el náufrago al bajel que vio acercarse.
Bien recuerdo aquel día
que el tiempo en mi memoria no ha borrado;
era de marzo otra mañana fría,
y los cielos cerraba otro nublado.
Triste, enfermo y sin calma,
en ti pensaba yo, cuando me dieron
la noticia fatal que hirió mi alma.
Lo sentí, decirlo no sabría…
Sólo sé que mis lágrimas corrieron
como corren ahora, madre mía.
Después, al mundo me lancé, agitado,
y atravesé océanos y torrentes,
y recorrí cien pueblos diferentes,
tenue vapor del huracán llevado,
alga sin rumbo que la mar flagela,
viento que pasa, pájaro que vuela.
Mucho, madre, he adquirido,
mucha experiencia y muchos desengaños,
y también he perdido
toda la fe de mis primeros años.
¡Feliz quien como tú ya en esta vida
no tiene que luchar contra la suerte
y puede reposar en la seguida
inalterable calma de la muerte;
sin ver ni padecer el mal eterno
que nos hiere doquier con saña cruda,
ni llevar en el pecho el frío interno
de la indomable duda!
¡Feliz quien como tú, con altiveza
reclinó para siempre la cabeza
sobre los lauros del deber cumplido;
cual la reclina, por la muerte herido,
tras el combate rudo,
risueño, el gladiador sobre su escudo!
Esa, madre, es tu gloria
y alta recompensa de tu historia,
que el premio sólo del deber sagrado
que impone el cristianismo
está en el hecho mismo
de haberlo practicado.
Madre, voy a partir; mas parto en calma
Y sin decirte adiós, que eternamente
me habrás de acompañar en esta vida.
Tú has muerto para el mundo indiferente,
mas nunca morirás, madre del alma,
para el hijo infeliz que no te olvida.
Y fuera el paso nuevo,
y desde su alto y celestial palacio,
su brillo siempre nuevo
derrama el sol por el cerúleo espacio…
Ya lejos de los túmulos me encuentro,
ya me retiro, solitario y triste;
mas, ¡ay! ¿a dónde voy? ¡si no existe
de hogar y madre el venturoso centro!…
¡A dónde? ¡A la corriente de la vida,
a luchar con las ondas brazo a brazo
hasta caer en su mortal regazo
con el alma en paz y con la frente erguida!

enero 30, 2011 Posted by | BIOGRAFÍA, LITERATURA, POESÍA, Uncategorized | , , , , , , | 2 comentarios

El 28 de enero de 1853: Nace El Apóstol de Cuba: José Martí, de los Libertadores de América y héroe antiimperialista americano.

Cuba, monumento a Martí

  http://diarioveaonline.com/index.php? 
http://encontrarte.aporrea.org/
El 28 de enero de 1853,  nació en La Habana José Martí, el gran Apóstol de Cuba y América, político y escritor, José Martí es figura clave de la Independencia cubana y uno de los más destacados dirigentes contra el colonialismo español y contra el expansionismo norteamericano.

A los 16 años de edad participó en la Guerra de los Diez Años, hecho por el cual fue encarcelado y, posteriormente, desterrado a España. Allí se licenció en derecho, filosofía y letras. Estuvo en Francia, México y Guatemala, regresando a Cuba en 1878, para ser nuevamente deportado por sus actividades revolucionarias.

Durante el tiempo que vivió en Estados Unidos fundó el Partido Revolucionario Cubano, y el periódico Patria. Como delegado del partido, unificó las fuerzas que condujeron a la guerra de independencia de Cuba, iniciada en febrero de 1895. José Martí fue uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más destacada de la etapa de transición al modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos.

Bandera de Cuba
y
busto de Martí
Gran admirador de El Libertador Simón Bolívar, en una de sus más inolvidables páginas José Martí narra cómo llegó a Caracas, entre 1880 y 1881, cansado, después de subir en carruaje a la capital desde La Guaira (Vargas), solo y sin conocidos, sin sacudirse aún el polvo del camino, sin ubicarse en el hospedaje, preguntó dónde se encontraba la estatua de Bolívar. Cuando llegó a ella se sentó en la base de su pedestal y allí lloró en silencio.
Estatua escuestre de El Libertador
en la Plaza Bolívar de Caracas
Aquí en Caracas, durante su breve estancia, se ganó el aprecio de los venezolanos, fundó una revista y dictó clases. Dejó un legado de amor a la libertad y su memoria pertenece a los venezolanos igual que a Cuba y toda la América mestiza. Venezuela no olvida su célebre frase: «Deme Venezuela en qué servirla, ella tiene en mí un hijo».
 
Se consagró a la lucha por la Independencia de Cuba y murió en el campo de batalla, en 1895, en Dos Ríos.
José Martí: una flor, su escudo, su bandera y su Cuba.

enero 28, 2011 Posted by | BIOGRAFÍA, POLÍTICA | , , , , , , , , | 2 comentarios

23 DE ENERO 1958: «CINCUENTA (y TRES AÑOS) DESPUES» .VENEZUELA

 

http://memoriasdevenezuela.blogspot.com/

ENSAYO

23 DE ENERO DE 1958
«CINCUENTA (Y TRES) AÑOS DESPUES»*
(Título original: Cincuenta años después) 

POR:

ENRIQUE NÓBREGA
 

 

Cuando un solitario y ruidoso avión estremeció la silenciosa madrugada caraqueña del 23 de enero de 1958 muchos supieron lo que aquello significaba: Marcos Pérez Jiménez había huido de Venezuela.

Avión Presidencial «La Vaca Sagrada».
(De Wikipedia, la enciclopedia libre:
La Vaca Sagrada, un avión Douglas C-54 Skymaster cuatrimotor en exhibición en el Museo Aeronáutico de Maracay.La Vaca Sagrada es el apodo que recibió el avión presidencial usado a comienzos de los años 1950 por el dictador y entonces presidente de Venezuela Marcos Pérez Jiménez y que logró notoriedad en el país porque fue el avión que usó Pérez Jiménez y su familia cuando se se vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana durante el Golpe de Estado de 1958 en Venezuela. No está claro cuándo comenzó a ser llamado «La vaca sagrada», apelativo que probablemente llevara desde su consignación como avión presidencial estadounidense.
 
 La Vaca Sagrada es un avión de cuatro motores Douglas C-54 «Skymaster» y fue el primer avión presidencial adquirido por el gobierno venezolano, comprado por el entonces presidente de Venezuela Rómulo Gallegos.2 Sin embargo, cuando el avión llegó a Venezuela en 1948, ya había sido derrocado Gallegos y es la Junta Militar de Gobierno quienes hacen uso del avión. La aeronave, con registro oficial «7-ATT», se distingue además por llevar en ambos lados del fuselaje dos escudos de Venezuela. Fue extensamente utilizada por el dictador Marcos Pérez Jiménez en sus viajes por el país y por el exterior. También fue utilizada para transportar hacia Barranquilla a los insurrectos del fallido golpe militar el 1 de enero de 1958.
 
 No se compró otro avión presidencial en Venezuela hasta el gobierno de Rafael Caldera, quien obtuviera un Avro 748 y luego, en los años 1970, durante el régimen de Carlos Andrés Pérez este compraría un modelo más voluminoso, Boeing 737 serie 200 y luego durante el gobierno de Hugo Chávez se adquirió un Airbus A319CJ en 2002.

 
El despege no contó con el servicio nocturno de balizaje, probablemente razón para que las baterías antiaéreas del Ministerio de la Defensa en Caracas no entraran en acción ni lo hicieran las naves que estaban en posición de combate en aguas de La Guaira, incluyendo el destructor Brión. Otras versiones aseguran que Pérez Jiménez, viendose derrotado, escribió un mensaje a la Comandancia de la Marina, avisando de su exhilio y solicitando tiempo para huir con su familia. El vuelo pasó por Curazao y luego enrumbó hacia Ciudad Trujillo—nombre con el que se conocía en ese entonces a la ciudad de Santo Domingo—.
Por ser propiedad de la Fuerza Aérea Venezolana, la nave  voló de retorno al país y actualmente reposa en exhibición en los terrenos del Museo Aeronáutico de Maracay).
El último dictador de nuestra historia política contemporánea había abandonado el poder por la puerta de atrás. Se había puesto fin al último período dictatorial militarista de nuestra historia reciente.
 

Pero aquel suceso, aquella huida, titulada en grandes caracteres por los periódicos de la época, no sólo significaba un vacío de poder, sino que era el producto de un peculiar golpe de Estado, o por mejor decir, había sido producto del empuje de una insurrección popular.
Por que a nuestro entender, y al de muchos especialistas antes que nosotros, durante aquella fecha asistimos en nuestra historia contemporánea al resultado inmediato de un estallido popular, al empuje de una sumatoria de fuerzas políticas, sectores sociales y gremiales, decisiones, convicciones y protagonistas individuales, que condujeron al fin de la dictadura, de la represión desmedida, del terror y del miedo.
El 23 de enero de 1958 fue el resultado final de una insurrección popular.
23 de enero, 1958
 Las protestas, huelgas y actos de rechazo decidido a los sectores populares, de la multitud hecha masa enardecida, superó las expectativas de muchos dirigentes y observadores de la época.

La calle superó a las organizaciones y a las instituciones, por lo menos en aquella coyuntura particular, que era, al mismo tiempo, el final de un proceso político entrecruzados, y el inicio de una nueva dinámica política y de esperanzas sociales en el futuro.

 
Sin querer jugar a las acomodaticias justificaciones del pasado, hay que precisar sin embargo, que aquel 23 de enero también fue el resultado de otras dinámicas que se deben conocer y valorar en cualquier reconstrucción e interpretación histórica de aquel hecho.
Aquella huida de última hora había sido producto de la presión, el enfrentamiento interno y las conspiraciones dentro de la propias Fuerzas Armadas. Ya desde principio del año, con el alzamiento del coronel Hugo Trejo, fue evidente la fractura dentro de la institución armada. Las diferencias y presiones no harían sino aflorar y evidenciarse en el resultado final.

No de otra forma puede entenderse la composición inicial de la Junta de Gobierno, conformada durante la propia madrugada del 23 de enero, integrada por militares, y que resulta fácilmente imaginable como producto e la emergencia, la improvisación, el oportunismo y las tensiones enfrentadas.

Aquella primera Junta de Gobierno estuvo conformada por el Contralmirante Wolfgang Larrazábal, quien la presidía en razón de su rango y antigüedad, los Coroneles Carlos Luís Araque (de la Guardia Nacional), Pedro José Quevedo (Director de la Escuela Superior de Guerra), Roberto Casanova, Abel Romero Villate y el Dr. Edgar Sanabria, el único civil, que fungiría como secretario de la misma.
El nuevo gobierno era expresión y reflejo de la institución armada, que se reacomodaba en el poder luego del resultado negativo de la jugada personalista y el error político cometido por Pérez Jiménez con el Plebiscito de diciembre de 1957.

Larrazabal y Richard (E.U.A.)Nixon

 Pero lo mas evidente y desmedido de aquella composición era la presencia de los coroneles Casanova y Romero Villate, dos oficiales reconocidos por su lealtad ante Pérez Jiménez. Se trataba entonces de un simple cambio de protagonistas, o mejor dicho, un reacomodo según los servicios prestados, para ejercer el poder y cambiar sin que nada cambiase.

Por supuesto, la presión popular impulsada por la Junta Patriótica a las puertas del Palacio de Miraflores, y la surgida dentro de las Fuerzas Armadas, lograron que los mencionados militares abandonaran la Junta de Gobierno, para ser sustituidos por civiles, que además eran empresarios: Eugenio Mendoza y Blas Lamberti. (NOTA DE «TAIMA»: era la fase subsiguiente, ordenada desde E.U.A.)
Eugenio Mendoza (padre)
Aquí surge una de las paradojas de aquella peculiar situación política que propició la caída del régimen, la llamada unidad, el espíritu del 23 de enero. Los oficiales militares conspiradores del momento y los representantes políticos de entonces no entraron a formar gobierno una vez logrado el objetivo de aquella insurrección popular y militar, y no cabe más que preguntarse ¿por qué? (NOTA DE «TAIMA»: Puede uno deducir Y COMPROBAR que eran las órdenes dadas desde el Gobierno norteamericano, para mantener asegurado el «ORDEN CONSTITUCIONAL», que sería favorable al Imperio del Gran Capital y a la Burguesía Criolla/extranjera, mientras asumían el CONTROL DEL PODER sus lacayos de la burguesía,  GOBERNANDO A SU FAVOR los gremios profesionales, los sindicatos, la iglesia católica, el ejército leal  y los partidos políticos, todos los cuales podrían gobernar «democráticamente» según los postulados gringos establecieron y establecen normalmente. Era como «dejar que se asentara la cosa» y volviese a tomar el rumbo previamente establecido por los «ellos» del Norte).
El hecho es que el Alto Mando Militar y los empresarios fueron los que condujeron aquel primer gobierno de transición hacia la democracia. Un testigo y protagonista del momento, el periodista Eleazar Díaz Rangel, ha llegado a afirmar al respecto:
“A la hora de la formación de Gobierno es de tal magnitud ese movimiento que tanto su real dirección militar como la civil fueron desbordadas, entre otras razones, por que ni una ni otra tenían real noción del poder ni era su objetivo conquistarlo. No tuvieron acceso a los altos niveles del Gobierno ni presionaron para alcanzarlos.

Es cierto que los principales dirigentes de los partidos políticos estaban en el exilio (Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Gustavo Machado y Rafael Caldera), pero ello no explicaría el porqué los partidos no entraron a formar gobierno. ¿Para qué se derroca un Gobierno?, ¿para qué se da un golpe de Estado? Una posible respuesta que apunte hacia el rescate de la democracia y la libertad, hay que decirlo, pecaría por demasiado ingenua, políticamente hablando.

Pero antes de continuar comentando aquel hecho, resulta pertinente retomar lo dicho hasta aquí, el 23 de enero fue producto de una insurrección popular y militar. Por supuesto que hubo más protagonistas, pero a nuestro entender su participación, si bien importante, fue decisiva.
Aquí entramos en el campo de las discusiones y los pareceres, abundantes en cualquier historia contemporánea y cercana, pero ello contribuye a enriquecer nuestro conocimiento del pasado al asumir diferencias con ánimo crítico y sin juicios valorativos. Se trata de intentar comprender.
Larrazabal y Richard (E.U.A.) Nixon
 
Cuando decimos que hubo otros protagonistas que contribuyeron al triunfo político escenificado aquel 23 de enero de 1958, nos referimos a lo que entonces se llamó el espíritu del 23 de enero, el espíritu de la unidad ante un mismo fin: el derrocamiento de la dictadura y la instauración de la democracia.
Larrazabal y Richard (E.U.A.) Nixon
Aquel espíritu quería significar la inusual y efectiva unión que se experimentó entre todos los sectores sociales y políticos que se oponían a la dictadura, o que mostraron diferencias con aquella, aunque fuera a última hora y una vez que todo parecía estar decantado.
Hablamos de los partidos políticos opositores, Acción Democrática (AD), el Partido Comunista de Venezuela (PCV), COPEI y Unión Republicana Democrática (URD), los cuales, en diferentes medidas, mantenían actividades opositoras activas, a los cuales se sumaron los gremios profesionales, los sindicatos y la iglesia católica.
Aquella variopinta unidad de intereses y actividades tomaron forma a través de la clandestina organización de la llamada Junta Patriótica, surgida en 1957 por iniciativa del PCV, que logró reunir a representantes de los partidos políticos antes mencionados.

 

A principios del año 1957, durante el 13º Pleno de Comité Central del II Congreso del PCV, quien entonces era el Secretario General del partido, Pompeyo Márquez, exponía aquella iniciativa con estas palabras:
El comité Central llama a la formación de un amplio frente nacional anti-continuista por la Amnistía, los derechos ciudadanos y las libertades democráticas que tengan por base:
-la lucha por la mas amplia amnistía política para todos los secuestrados, desterrados y perseguidos políticos, sindicales y militares;
-la lucha por la elaboración de un Estatuto Electoral que permita a todos los venezolanos, mediante el voto directo, universal y secreto, la expresión de su libre opinión en relación al problema de la sucesión presidencial. En estos momentos luchar contra toda reforma a la Constitución; hacer retornar a Venezuela a un gobierno constitucional respetuoso de los derechos ciudadanos y las libertades democráticas, donde no se persiga ni se detenga ni expulse ni se asesine a nadie a causas de sus ideas políticas.
La continuidad ideológica, los esfuerzos y una táctica clandestina más efectiva, dirigida a acercarse al trabajo con las bases antes que al derrocamiento abierto de la dictadura, terminarían por avalar y propiciar aquella iniciativa unitaria de los comunistas.
Otra cruel paradoja de la historia nos adelanta que quienes iniciaron los esfuerzos políticos unitarios, terminarían siendo excluidos del ejército y participación del nuevo gobierno implantado tras el 23 de enero de 1958, por razones que luego comentaremos.
Pero el hecho es que los esfuerzos y la organización desplegada por la Junta Patriótica desde la clandestinidad obtuvieron excelentes resultados. La organización de mítines relámpagos, acciones de la calle, publicación y distribución de panfletos y manifiestos, finalmente conducirían a la huelga general del 21 de enero, verdadero principio del fin de la dictadura.
A la distancia del medio siglo transcurrido de aquellos hechos, ciertos detalles aun nos siguen sorprendiendo e inspirando un profundo respeto. El que fuera Presidente de aquella organización clandestina, la Junta Patriótica, representante del partido URD, al mismo tiempo que ejercía abiertas y muy expuestas actividades públicas como el periodista del diario El Nacional, que además cubría la fuente política de Miraflores. Nos referimos a Fabricio Ojeda.

[En este 23 de enero, no debemos olvidar….

Periodista y guerrillero venezolano nacido en Boconó el día 6 de febrero de 1929 y asesinado [«suicidado»] en Caracas, en los calabozos del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) el 21 de junio de 1966.

 
Periodista de La Calle, El Heraldo y El Nacional, representando a la Unión Republicana Democrática URD, alcanzó gran protagonismo en 1958 como Presidente de la Junta Patriótica (singular movimiento integrador nacional por encima de intereses particulares e ideológicos) que logró terminar política y militarmente con la dictadura que el teniente coronel Marcos Pérez Jiménez había establecido en Venezuela al asumir la Presidencia de la República en diciembre de 1952, y que supuso su derrocamiento por parte de las Fuerzas Armadas y su huida en el avión Vaca Sagrada hacia la República Dominicana el 23 de enero de 1958. Fabricio Ojeda realizó entonces la primera alocución pública tras producirse el vacío de poder, llamando a la tranquilidad patriótica: «Este no es el momento de la venganza.»
Tres días antes, el 20 de enero de 1958, ya se había producido el «pacto de Nueva York» [en presencia de Maurice Bergbaum, jefe de Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos del Norte de América] entre Rómulo Betancourt (de la socialdemócrata Acción Democrática AD), Rafael Caldera (del socialcristiano Comité de Organización Política Electoral Independiente COPEI) y Jóvito Villalba (de la nacionalista Unión Republicana Democrática URD), por el que los representantes de estos tres partidos sellaban su solidaridad frente a la tiranía militar de Pérez Jiménez, pero marginando, de paso, al también opositor Partido Comunista de Venezuela. Acuerdo reafirmado el 31 de octubre de 1958 en el «pacto de Punto Fijo» –nombre de la residencia de Rafael Caldera– cuando se comprometieron a respetar el resultado electoral y establecer un gobierno de unidad nacional (segundo pacto del que expresamente se orilló al Partido Comunista de Venezuela, pese a que había formado parte de la Junta Patriótica).



Fabricio Ojeda

 En las elecciones generales de 1958, de las que resultó elegido presidente Rómulo Betancourt (1959-1964), fue elegido Fabricio Ojeda diputado, de la URD, al Congreso Nacional, por el Distrito Federal. Se cumplió el pacto de Punto Fijo, el gabinete Betancourt lo formaron adecos, copeyanos y urredistas, y el tripartito se repartió entre su militancia cargos y gobernaciones… hasta que la URD se retiró del gobierno y del pacto en 1962, año en el que surgen las primeras guerrillas organizadas de Venezuela en el siglo XX, inspiradas por el ejemplo triunfante de la revolución cubana.

Fabricio Ojeda
uno de los fundadores de las 
Fuerzas Armadas de Liberación Nacional

Fabricio Ojeda, maestro, periodista y diputado, estudioso de la independencia de Cuba y admirador de la revolución cubana (que conoció directamente en sus primeros meses, al residir un tiempo en Cuba en 1960), renunció a sus cargos en 1962 y se unió a las guerrillas. Ese mismo año de 1962 apareció publicado en La Habana su libro «Presencia revolucionaria de Martí». Se hizo famosa su carta de renuncia como diputado, de 30 de junio de 1962…

Fabricio Ojeda fue uno de los fundadores de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional FALN, constituidas formalmente el 1º de enero de 1963 (al agruparse el Frente José Leonardo Chirinos –Douglas Bravo, Elías Manuitt Camero–, el Movimiento 2 de Junio –comandante Manuel Ponte Rodríguez, capitán Pedro Medina Silva–, la Unión Cívico Militar –teniente coronel Juan de Dios Moncada Vidal, comandante Manuel Azuaje–, el Movimiento 4 de Mayo –capitán Jesús Teodoro Molina, comandante Pedro Vargas Castellón– y el Comando Nacional de Guerrilla). En las guerrillas llegó a obtener el grado de comandante y presidió el Frente de Liberación Nacional FLN en el distrito Argimiro Gabaldón.

Fabricio Ojeda llevado a Corte Marcial (pena: 18 años)

Detenido fue sentenciado por un Consejo de Guerra a 18 años de presidio por Rebelión Militar. Pero recluido en la cárcel de Trujillo logró fugarse en compañía de otros compañeros. Apresado de nuevo en junio de 1966 en Caracas, fue asesinado cuatro días después (aunque en la versión oficial se aseguró suicidio). ]
Pero por otra parte, por lo que puede entenderse del análisis crítico de varios testimonios directos del momento, incluso los propios cálculos y las expectativas de la Junta Patriótica y sus dirigentes, llegaron a ser superados por el arrojo y la iniciativa populares. De allí nuestra caracterización de aquel momento como una insurrección.

La participación popular, además, no fue un fenómeno estrictamente caraqueño, tal como había ocurrido en otras importantes fechas y hechos de nuestra historia política, sino que se extendió a varias ciudades y poblados del país.

 

Las dos amenazas mas serias para cualquier régimen político, y en particular para el gobierno ilegitimo de Pérez Jiménez, tomaban forma en enero de 1958: la oposición militar y el rechazo popular abierto.
Las causas directas del fin de la dictadura vista desde su propio interior, necesariamente nos remitan al año de 1957. Aquel año representaba el fin del periodo constitucional del Gobierno de Marcos Pérez Jiménez iniciado en 1953.
Si bien el inicio de aquel gobierno estaba ligado a un burdo fraude y al desconocimiento de los resultados electorales de 1952, lo que deslegitimaba una vez más, hacia el final de los mismos vendría a sumarse una nueva burla de la voluntad política general.

 

A finales de 1957 debían realizarse elecciones generales, pero el régimen que se volvía cada vez mas personalista, al punto de concentrar el poder y las decisiones en el Presidente Pérez Jiménez, el Ministro de Interior Laureano Vallenilla Lanz (hijo) y el Director de la Seguridad Nacional, Pedro Estrada, terminaron por decir y sorprender al país entero con un cambio: antes que elecciones generales, se realizaría un Plebiscito para responder si o no, sobre la continuación de Pérez Jiménez en el poder.
Era una burla abierta y descarada, pero al mismo tiempo constituyó el mayor error político de Pérez Jiménez, pues olvidando que había llegado y se sostenía en el poder por el apoyo de las Fuerzas Armadas, con su salida personalista desconocía aquel decisivo apoyo. Lo que vino después lo hemos referido a medias y es momento de completarlo.

 

El Plebiscito se realizó el 15 de diciembre de 1957 y Pérez Jiménez fue proclamado presidente para un nuevo periodo el día 21. El nuevo año se iniciaría con el levantamiento militar del Coronel Hugo Trejo, ya referido antes.
Coronel Hugo Enrique Trejo

[  Via: http://www.fundacionjoseguillermocarrillo.com/

HUGO ENRIQUE TREJO
MÉRIDA, VENEZUELA, 6 DE ABRIL DE 1922
CARACAS, VENEZUELA, 16 DE FEBRERO DE 1998

BIOGRAFÍA
Militar. Líder del alzamiento del 1 de enero de 1958. Hijo de José María Jiménez y de Josefa María Trejo Calderón. De joven realizó algunos oficios como ayudante de sastre, a la vez que estudiaba primaria y secundaria; el 3 de octubre de 1938, culminado el tercer año de bachillerato, se alista en las Fuerzas Armadas, a través de la Escuela de Clases de La Grita, estado Táchira. Allí es seleccionado para continuar estudios en la Escuela Militar de Venezuela de la cual egresa como subteniente, en el primer puesto de la Promoción Francisco de Miranda en enero de 1943. Asignado al Batallón Venezuela N° 1 de la guarnición de Mérida, participó engañado –según lo afirma en sus escritos- en el derrocamiento del presidente Isaías Medina Angarita en octubre de 1945. Estuvo designado en guarniciones de Maracay y Caracas y se especializó con notable desempeño en la rama de artillería, por lo que en 1950 fue becado para realizar estudios de Estado Mayor en la Escuela Superior del Ejército en Madrid, egresando de la misma en el puesto número uno bis, por su condición de extranjero, de la promoción N° 50. Regresó de España el 11 de junio de 1954 y se incorpora al Estado Mayor General del Ministerio de la Defensa como Jefe del Negociado de la Organización de la Tercera Sección. Un incidente con el ministro del Interior, Laureano Vallenilla Lanz, le valió que su traslado del Ministerio de la Defensa a la Escuela de Estado Mayor del Ejército y a la Escuela de Aplicación de las Fuerzas Armadas de Cooperación como profesor. Durante este tiempo, mantuvo una conspiración silenciosa hasta comienzos de 1957 cuando inicia lo que llamó la acción definitiva de un movimiento insurreccional para derrocar a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez; con este propósito, organiza células integradas cada una por cinco oficiales tanto en los cuarteles de Caracas como de Maracay. El movimiento se va ampliando con la incorporación de nuevos militares descontentos con el régimen; la insurgencia militar comandada por Trejo se lleva a cabo el primero de enero de 1958. Toman el Cuartel Urdaneta, ubicado al oeste de Caracas, pero la carencia de municiones y el poco potencial de combate le impidieron apoderarse del palacio de Miraflores, por lo que decidió ocupar a Los Teques como punto estratégico de comunicación entre las guarniciones de Caracas y Maracay. La rebelión no tuvo el éxito esperado, pues los jefes de la Fuerza Aérea, comprometidos con la insurgencia, la abandonaron y Hugo Trejo fue detenido el 2 de enero y trasladado a los sótanos de Miraflores. A partir de este alzamiento militar se crea una crisis que resquebraja el poder absoluto que hasta el momento tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas, y las organizaciones políticas que se oponían a la dictadura cobraron mayores ímpetus y veintidós días después se produce el levantamiento que pone fin al gobierno del general Pérez Jiménez. Ya en libertad, el Comandante Trejo asume la Sub-Jefatura del Estado Mayor General y emprende una campaña para estabilizar el naciente proceso democrático y de prédica de su doctrina: “Democratización de las Fuerzas Armadas e integración al pueblo de Venezuela”; su liderazgo y creciente popularidad resultaba incómodo para algunas de las figuras del nuevo poder político, a lo cual se sumó su posición determinante para que los coroneles Roberto Casanova y Abel Romero Villate abandonaran la recién creada Junta de Gobierno, acusados de ser herederos directos del antiguo régimen; las intrigas de algunos oficiales molestos por su influenciaque ya empezaba a notarse en las Fuerzas Armadas dieron resultado: el gobierno dispuso que Trejo debía abandonar el país y el 27 de abril de 1958 parte como Embajador en Costa Rica, en una suerte de exilio que se prolongaría por varios años; al día siguiente un titular de El Universal decía: “Con lágrimas y cantos del Himno Nacional despidieron a Hugo Trejo en Maiquetía”. Los pormenores de esta experiencia los narró en su libro «La revolución no ha terminado». En 1960 es trasladado a Washington como Jefe de la Delegación Venezolana ante la Junta Interamericana de Defensa; en 1961 es ascendido a Coronel. En 1963 es enviado como Agregado Militar de la Embajada venezolana en la República Federal de Alemania; viaja a España en 1965 a realizar estudios superiores de Altos Mandos Militares y el Curso Superior de Guerra Subversiva. En 1966 el gobierno de Venezuela lo propone como Embajador en Honduras, pero esta nación lo declara persona no grata, debido a la oposición sostenida en el pasado frente a la dictadura de Anastasio Somoza en Nicaragua. De regreso al país, se niega a aceptar un nuevo cargo de embajador por lo que llevado a un consejo de investigación que lo declara en disponibilidad y retiro; ante esta situación solicita la baja que le es concedida en septiembre de 1967.


Hugo E. Trejo dictando una conferencia.

A partir de entonces se dedica a la docencia en el Liceo Vista Alegre de Caracas y en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, además de Director del Colegio de Mejoramiento Integral y Actualización Profesional del Instituto de Oficiales en Situación de Disponibilidad y Retiro; también fue Director General de Calcetines Master. Convencido de la legitimidad de los derechos de Venezuela sobre las aguas del golfo de Venezuela, publica en 1975 «Basta de concesiones a Colombia», libro en defensa de los límites venezolanos y de denuncia de posibles acuerdos contra los intereses nacionales. Con igual pasión se dedicó a las labores sociales como administrador de los asilos para ancianos de escasos recursos: Casa Nazaret, Casa Corina Bertier y Director del Colegio Nuestra Señora del Valle, ubicado en Vista Alegre, Caracas. En 1990 fundó una agrupación política denominada Movimiento Nacionalista Venezolano Integral (MNVI), para incorporarse a la lucha política de ese momento en el país; tras el alzamiento militar del 4 de febrero de 1992, apoya y defiende a los oficiales detenidos, convirtiéndose en vocero de sus planteamientos políticos. Sus profundas convicciones religiosas lo llevan a realizar estudios que le permitieron actuar como Ministro Extraordinario de la Comunión y participar activamente en su parroquia de Vista Alegre, Caracas, llevando la comunión y consuelo a ancianos y enfermos. Falleció de cáncer en el Hospital Militar de Caracas, quiso ser velado vistiendo el hábito de la Tercera Orden de San Francisco de Asís, de la que fue miembro por más de treinta años y que sus cenizas se esparcieran en el Pico del Águila de la Cordillera de Los Andes. Le sucede su esposa Carmen Mogollón y sus siete hijos. ] 

Hugo Enrique Trejo

A los pocos días de aquel inusual comienzo de año, y luego de sofocar a medias aquella fractura interna, el General Rómulo Fernández, Jefe del Estado Mayor General, es decir, el portavoz del Alto Mando militar, le presentó al Presidente Pérez Jiménez un memorando que expresaba los reclamos y cambios esperados por las Fuerzas Armadas.

Era la segunda estocada interna y aunque aquella también fracasaría, representaba la evidencia de una crisis que ya se desencantaba. Aquella especie de pequeño golpe de Estado protagonizado por el General Fernández significó cambios en el Gabinete Ejecutivo, pero sobre todo, la salida de Vallenilla Lanz y Pedro Estrada del gobierno.
El mismo Pérez Jiménez asumió entonces el Ministerio de la Defensa, tal como en los tiempos del otro dictador de triste y nefasto recuerdo en nuestra historia, Juan Vicente Gómez, pero con ello evidenciaba sus vanos esfuerzos por retomar el control de unas Fuerzas Armadas que ya conspiraban por doquier en su contra.
Ya que fuera se sentían con derecho a sustituir y retomar el poder para sí, o porque rechazaban aquella forma de gobierno, las Fuerzas Armadas no apoyaban a Pérez Jiménez. Sería entonces cuando el mes de enero de 1958 se tornaría en una especie de abismo sin retorno.
Estudiantes, protesta en 1957
En noviembre de 1957 los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela habían protagonizado una protesta interna que anunciaba lo que estaba por venir. En enero del 58 se sumarian las protestas y se multiplicarían los pronunciamientos públicos de diversos sectores contra la dictadura. Detal forma que el llamado hecho por la Junta Patriótica a realizar una huelga general el 21 de enero se realizó a nivel nacional, sobrepasando las propias expectativas de sus organizadores y agudizando la resistencia y los enfrentamientos que sostendrían hasta el mismo día 23.


En la Avenida México, Caracas.

A las manifestaciones públicas, tales como el corneteo generalizado de los automóviles, el repique de campanas, el cierre de establecimientos comerciales y los enfrentamientos armados entre civiles y fuerzas del orden, se iban sumando los alzamientos de las distintas Fuerzas Armadas.

 

El final ya ha sido referido. En la madrugada del 23 de enero Marcos Pérez Jiménez, su familia y algunos estrechos colaboradores, abandonaron el país. Se iniciaba así la segunda parte de aquel hecho histórico que significó el 23 de enero: la conformación de un nuevo sistema político democrático (NOTA DE TAIMA: solo representativo/pitiyanki).

 
Después de los sucesos en contra de la dictadura venezolana desde el primero de enero de 1958, Pérez Jiménez se vio imposibilitado de resistir la crisis militar. A pesar de que el coronel Simón Adolfo Medina Sánchez del Batallón Caracas presentó un plan para retomar la Escuela Militar, Pérez Jiménez comenta: “prefiero irme antes que matar cadetes”.3 El dictador se comunica con su esposa Flor y le dice que se prepare con sus tres hijas para salir del país. Suben a bordo además la suegra del general, Luis Felipe Lovera Páez (militar que se encontraba reunido con Pérez Jiménez en Miraflores), su esposa y sus dos hijos, los doctores Pedro Antonio Pérez Vivas, Pedro Antonio Gutiérrez Alfaro, Raúl Soulés Baldó y el «platinado» Fortunato Herrera.
 
Pérez Jiménez había ordernado a José Cova Rey, uno de los más fieles perezjimenistas, que buscara a Rimero Villarte para tener listo el avión. El avión prsidencial se encontraba en el aeropuerto de La Carlota y a las 2 de la madrugada del 23 de enero de 1958, piloteado por el mismo Cova Rey, despega el histórico vuelo, símbolo de la caída de la última dictadura en Venezuela.

enero 23, 2011 Posted by | BIOGRAFÍA, HISTORIA, POLÍTICA, Uncategorized | , , , , , , , , , , | 4 comentarios

22 de enero de 1803: Muere María Teresa Josefa Antonia Joaquina Rodriguez del Toro y Alayza, la joven esposa de Simón Bolívar, víctima de la fiebre amarilla. Venezuela

Muerte de María Teresa
Oleo:Tito Salas, 1929
(Casa Natal de El Libertador)

via: Diario VEA

El 22 de enero de 1803 muere en Caracas, víctima de la fiebre amarilla, María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza, joven esposa de Bolívar. (Nacimiento 15 de octubre de 1781, Madrid, España.
Fallecimiento 22 de enero de 1803, 21 años. Caracas, Venezuela.
Hija de aristócratas españoles.
Padres: Benita de Alayza y Medrano/Bernardo Rodríguez del Toro y Ascanio        http://www.sologenealogia.com/).

Matrimonio de Simón y María Teresa
Autor: Tito Salas, 1921
(Casa Natal de El Libertador)

El matrimonio se había efectuado el 26 de mayo de 1802 en Madrid (España) y los esposos viajaron a Venezuela donde, a los pocos meses, la fiebre amarilla causó la muerte de María.

En agosto de 1800 María Teresa había aceptado el noviazgo de Simón Bolívar. Su padre, al enterarse, les propone que esperen un tiempo hasta que él cumpliese su mayoría de edad. Por motivo de que la herencia de Bolívar dependía de que éste tuviese un matrimonio bien asentado, Bolívar hablaba y reportaba con grandes impresiones sobre su nueva novia, describiéndola como «una joya sin defectos, valiosa sin cálculo».Don Bernardo, el viudo padre de María Teresa, llevó a su hija a Bilboa y al poco tiempo, en marzo de 1801, decepcionado de Madrid, su prometido se mudó a esa ciudad.
De regreso a España, el 5 abril de 1802, Bolívar le propone formalmente matrimonio a María Teresa. El padre de María Teresa, aplacado por el compromiso formal y, probablemente también por razón de los bienes del novio valorados en unos 200.000 duros, dió su permiso y bendición a la pareja. Simón le propone a María Teresa que se casen ese mismo año en el Puerto de La Coruña. En Santander, España, el 30 de marzo de 1802, Bolívar otorga poder a Pedro Rodríguez del Toro para suscribir en su nombre las capitulaciones matrimoniales.

En consideración de su distinguido nacimiento, su virginidad, sus cualidades personales y su disposición de dejar España para acompañar a Bolívar, los abogados del futuro Libertador le pusieron un valor a su prometida de 100.000 reales, aproximadamente una décima parte de la fortuna de Bolívar.    http://www.esacademic.com/

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Simón, su vida sentimental.
Trabajo de : Sergio D’Ambrosio

Tomado de: http://www.monografias.com/

El sueño comienza a realizarse el 19 de Enero de 1.794, va a cumplir 17 años. La despedida en la Guaira es muy emotiva. Su tío Esteban había sido nombrado algo así como Viceministro de Hacienda de España. También es amigo del Marqués de Ustáriz. La casa del Marqués de Ustáriz es centro de reuniones culturales. Posee una enorme biblioteca que a él entusiasma. Le apasiona leer libros filosóficos. El propio Simón Rodríguez no echaría en falta ninguno de los volúmenes que él admiraba.

En la casa de Ustariz no sólo aprende a pensar y a expresarse con profundidad, también conoce a una noble dama que le roba el corazón, se llamaba María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza. Tiene un enamoramiento tan repentino como ardiente. Simón quería casarse con ella enseguida. El papá de ella se opone por razones de edad ¡los dos son demasiados jóvenes! Tuvo que esperar dos años. Se veían con frecuencia porque Bolívar había encontrado en ella la ternura y el cariño que le faltaron desde la muerte de su Mamá. María Teresa Rodríguez del Toro, además era muy bella, muy dulce y muy sentimental.
 
Por fin la boda se celebra en Madrid el 24 de Mayo de 1.802. Ella tiene 20 años, él tiene 19, los novios  exhibieron como testigo del acto y primer declarante a un empingorotado «Sr. Don Luis Quijada Quiñones y Moreno, Marqués del inicio Conde de Revolledo. Bolívar no tuvo a su lado ningún pariente inmediato, pues de sus dos tios Esteban y Pedro ninguno estuvo presente en su matrimonio. Llenos de amor y ilusiones la juvenil pareja regresa a Caracas. Los parientes les reciben con fiestas. La luminosidad y colorido del trópico deslumbran a María Teresa. Visitan también la hacienda San Mateo. Allí precisamente contrae una enfermedad tropical. El 22 de Enero casi a los ocho meses de casada, muere entre el asombro y consternación de la familia. La prematura viudez fue un suceso decisivo en la vida de Bolívar, el mismo lo comprendió así:

«Miren ustedes lo que son las cosas; si no hubiera enviudado quizá mi vida hubiera sido otra; no sería el General Bolívar, ni el Libertador, aunque convengo en que mi genio no era para ser Alcalde de San Mateo.»

Nuevamente el corazón de Simón Bolívar sufre un golpe de amarga soledad. Más tarde diría a un amigo:

Manuelita Sáenz

«Quise mucho a mí esposa y su muerte me hizo jurar que no volvería a casarme». Y lo cumplió. La necesidad de olvidar el luto, el abatimiento y la soledad afectiva le impusieron  planificar otro viaje a Europa.

Nunca más buscó otro amor como este, que le exigió constancia y pureza. Bolívar tuvo otras mujeres a las cuales amó de paso, sin concederles  importancia, aún con la fascinadora Manuelita Sáenz, que muerto él debió darle conmovedora prueba de abnegación y amor.  Fue injusto en ese sentido, tuvo con ella la lealtad acaso más egoísta que génerosa, aunque parezca lo contrario de ponerte que se separaran, por que «nada en el mundo puede unirnos bajo los auspicios de la inocencia y del honor» y solía llamar la amable loca, aunque ella merecía mucho más. En la vida de Bolívar se conoce otra mujer que la llamaba «Mi gloriosa» cuyo nombre verdadero era Joaquina Garioca y que, firmaba «Gloriosa Simona Joaquina Trinidad y Bolívar».

Fanny du Villars

En París derrochó como en otras capitales Europeas y también en París creció sin amor por Fanny du Villars, nacida Trioban de Aristigueta, lejana prima suya a quien amo con romántica pasión.

Todo esto nos ha puesto a analizar su vida amorosa posterior, y nos lleva  a admitir que fue siempre el viudo de Teresa, sin saberlo él mismo.

Trabajo de : Sergio D’Ambrosio
Tomado de: http://www.monografias.com/

enero 22, 2011 Posted by | BIOGRAFÍA, HISTORIA | , , , , , , | 2 comentarios

21.enero 2011: PSUV preside 11 Comisiones Permanentes (ver integrantes) en la Asamblea Nacional.Venezuela

Asamblea Nacional República Bolivariana de Venezuela (fachada ppal.)
Junta Directiva, diputados, diputadas y público.
AVN.- El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Fernando Soto Rojas, anunció el jueves la conformación de todas las Comisiones Permanentes del Parlamento, con sus respectivos presidentes y vicepresidentes, para el período 2011-2012. De las 15 comisiones, 11 son presididas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y 4 por los representantes de los grupos minoritarios de derecha presentes en la AN.

Correlación de fuerzas en Asamblea Nacional 2010

 

Comisiones Permanentes

 
Política Interior
Presidente: Cilia Flores
Vicepresidente: Iris Varela

Política Exterior, Soberanía e Integración
Presidente: Saúl Ortega
Vicepresidente: Carlos Escarrá Malavé

Contraloría
Presidente: Héctor Navarro
Vicepresidente: Jesús Montilla

Finanzas y Desarrollo Económico
Presidente: Ricardo Sanguino
Vicepresidente: Jesús Faría

Energía y Petróleo
Presidente: Luis Acuña
Vicepresidente: Antonio Barreto Sira

Defensa y Seguridad
Presidente: Rafael Gil Barrios
Vicepresidente: William Fariñas

Desarrollo Social Integral
Presidente: Oswaldo Vera
Vicepresidente: Carlos Gamarra

Cultos y Régimen Penintenciario
Presidente: Yelitze Santaella
Vicepresidente: William Ojeda

Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático
Presidente: Julio Montoya
Vicepresidente: Manuel Briceño

Pueblos Indígenas
Presidente: José Luis González
Vicepresidente: Arcadio Montiel

Poder Popular y Medios de Comunicación
Presidente: Darío Vivas
Vicepresidente: Erika Farías

Ciencia, Tecnología e Innovación
Presidente: Tobías Bolívar
Vicepresidente: Geovanni Peña

Cultura y Recreación
Presidente: Miguel Ángel Rodríguez
Vicepresidente: Gladys Requena

Familia
Presidente: Dinorah Figuera
Vicepresidente: María León

Administración y Servicios
Presidente: Diosdado Cabello
Vicepresidente: César Rincones

enero 22, 2011 Posted by | HISTORIA, POLÍTICA, Uncategorized | , , , , , , , | 4 comentarios

19 de enero de 1799: Fallece el padre de Simón Bolívar y este viaja a España. Venezuela

Via: Encontrarte. (Aporrea.org)
19 de enero de 1786: fallece en Caracas el padre de El Libertador.

Juan Vicente Bolívar y Ponte

Desde muy joven se dedicó a la carrera de las armas. Heredó una importante fortuna que luego acrecentó como terrateniente. Fue un activo propulsor de la independencia de Venezuela y el primero de los Bolívar que manifestó su descontento con la forma como el régimen español mantenía a los criollos. Junto a otros patriotas, escribió a Miranda pidiéndole apoyo para luchar contra España. A su muerte, lo sobrevivió su viuda, doña María Concepción Palacios, y sus cuatro hijos: María Antonia, Juana, Juan Vicente y Simón.

 

El joven Simón Bolívar

El primer viaje de Simón Bolívar luego de la muerte de su padre fué en 1799, Simón realiza su primer viaje a bordo del navío de guerra español San Ildefonso, con destino a Madrid, España.

 

En aquel entonces Bolivar, de 16 años, era subteniente de las milicias de Caracas y su familia lo enviaba a España a estudiar.
En su periplo permaneció mes y medio en el puerto mejicano de Veracruz de donde zarpó rumbo a La Habana y luego rumbo a España, país donde llegó a finales de mayo desembarcando en el puerto de Santoña, Provincia de Santander.
Bolívar se instaló primero en Madrid, en casa de su tío Esteban, y luego en el palacio de su pariente, el Marqués de Ustáriz.

enero 19, 2011 Posted by | BIOGRAFÍA, HISTORIA, Uncategorized | , , , , , , , , , , | 2 comentarios

18 de enero 1963: guerrilla urbana de las FALN captura Cien años de pintura francesa

Bandera de la República Bolivariana de Venezuela

via: Diario VEA
El 18 de enero de 1963, una unidad urbana de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), en una audaz acción de propaganda política, capturaron cinco cuadros de la exposición Cien años de pintura francesa, que se exhibía en el Museo de Bellas Artes (Caracas). Los cuadros capturados eran obras de Vincent van Gogh, Pablo Picasso, Paul Cézanne, George Braque y Paul Gauguin. De acuerdo con la prensa de la época, se trató del «asalto más audaz en la historia».

La policía informó que solicitaba a cinco jóvenes, cuatro hombres y una dama. El entonces Ministerio de Relaciones Interiores declaró que «ocho mil policías están tras las pistas de los culpables».

Devolución de los cuadros (Foto en Museo de Bellas Artes, luego GAN)

La noticia del secuestro de los famosos cuadros franceses recorrió la primera página de la prensa mundial, reseñada por las agencias de noticias internacionales. 

enero 18, 2011 Posted by | HISTORIA, Pintura, POLÍTICA | , , , , , , , , , , , | Deja un comentario

17 de enero de 1783: Nace Pedro Gual en Caracas. Venezuela

En 1783 nace en Caracas Pedro Gual. Doctor en Teología y en Derecho Civil, fue nombrado en 1821, Ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores de la  Gran Colombia. En 1858 el Congreso lo eligió para presidir el gobierno provisorio ante el vacío de poder dejado por la caída de José Tadeo Monagas. Murió en Guayaquil el 6 de junio de 1862.

enero 17, 2011 Posted by | Uncategorized | , , , , , , | 2 comentarios

9 de diciembre de 1758 nace en Caracas María de la Concepción Palacios y Blanco, madre de Simón Bolívar.Venezuela

 El 9 de diciembre de 1758 nace en Caracas María de la Concepción Palacios y Blanco, madre de Simón Bolívar. A los quince años de edad casó con Juan Vicente Bolívar y Ponte. Los Palacios siempre fueron gente de buen gusto. A doña María de la Concepción le apasionaba la música, tocaba la flauta con delicadeza, sobre todo en las veladas familiares. Murió muy joven, a los 34 años de edad, dejando huérfanos a María Antonia, Juana, Juan Vicente y Simón Bolívar. Su recio carácter le había permitido manejar con buen tino los negocios y las propiedades que dejara su esposo.

Pocos datos se tienen sobre doña María de la Concepción Palacios. Fue la primogénita de don Feliciano de Palacios y Sojo y de doña Francisca Blanco y Herrera. Su educación estuvo al cuidado de sus padres y debió de ser muy esmerada, pues se sabe que redactaba con propiedad y era aficionada a la música y a la pintura. La prematura muerte de su esposo, ocurrida cuando llevaban apenas 13 años de matrimonio, la enfrentó con la doble responsabilidad que suponía la educación de sus cuatro pequeños hijos y la correcta administración de los bienes dejados en herencia por su difunto esposo. En el celo, austeridad y consagración que dedicó a cumplir estos deberes está sin duda el retrato moral de una matrona de costumbres morigeradas, de profundo sentido religioso y familiar, dedicada por entero a sus obligaciones como cabeza de familia. Falleció en Caracas el 6 de julio de 1792, a consecuencias de una hemotisis. Su menor hijo, Simón, contaba apenas 9 años de edad.

Catedral de Caracas

Los restos de los padres del libertador, así como los de la esposa de éste, y algunos otros deudos, descansan en la Capilla de la Trinidad, en la Catedral de Caracas. Un monumento del notable escultor italiano Vittorio Macho, señala el sitio donde duermen.

Panteón Familia Bolívar.Catedral de Caracas

FRAGMENTO DEL DISCURSO DEL Pbro. Dr. CARLOS BORGES EL 5 DE JULIO DE 1921, EN EL ACTO DE ABRIRSE POR PRIMERA VEZ AL PUBLICO LA CASA NATAL DEL LIBERTADOR

Tiempo es ya, amigos míos, de que se nos presente a la señora de la casa: Doña María de la Concepción Palacios y Blanco de Bolívar y Ponte. Tiene veintitrés años: su belleza es fina y delicada como la de los lirios avileños. Porte gentil, silueta aristocrática, y un aire indefinible de ingénita prestancia que la distingue entre todas las de su rango. Su estatura, ni grande ni pequeña, es la que Shakespeare requería para la bienamada: llega hasta el corazón de su marido. Ojos grandes y negros, de suave fulgor místico, a la sombra de luengas pestañas, ojos candorosos y humildes, inconscientes de su poder y de su gloria. Negro, también, y ondulante y copioso el cabello. Boca de dulzura y de gracia, donde es luz la sonrisa, la bondad miel y música el acento. Tez de blancura alabastrina, con esa palidez de buen tono de las jóvenes principales, criadas y florecidas, faltas de sol y mundo pero pulcras de cuerpo y alma, en el recogimiento conventual de los viejos casones coloniales. La benignidad y la ternura le son connaturales, como el perfume a la azucena y la dulcedumbre al panal. Jamás en su presencia se fustigó al esclavo sin que al punto ella no detuviese, imperiosa o suplicante, el brazo del verdugo. Y alguna vez dio sus pechos de madre joven al huerfanillo negro, y cerró los ojos del anciano que envaneció sirviendo a la familia por más de tres generaciones. Por eso la veneran los infelices como a una Isabel de Hungría. Y es de verla por esas calles, rumbo al templo, con su real traje de terciopelo negro guarnecido de riquísimas blondas, en su litera de patricia, dorada como un trono. Pórtanla con orgullo sobre sus recios hombros cuatro hércules africanos, un gracioso grupo de doncellas mulatas la precede, llevando una la alfombra, otra el abrigo, ésta la sombrilla, y aquélla de quince años – su ahijada y favorita- el devocionario y el flabelo de su buena ama y madrina; todas limpias y honestas, tocadas de blanco, cubierto el núbil seno por vistoso pañuelo de Madrás, de estreno la gaitera alpargata, y olorosos a jabón de Castillo y a mastranto y a alhucema la camisa de gala y el fustán dominguero.

Simón, su papá y mamá.

A fuera de Palacios y Sojo, también es ella filarmónica, y canta, y pulsa el arpa y se atreve con la guitarra. En extremo pulcra y hacendosa, mantiene la casa, según su habitual expresión, «como una tacita de plata». Y aunque le sobran sirvientes, esta mujer insigne que ha heredado de sus mayores el culto por los santos y por los héroes, sacerdotisa y reina del hogar, con sus propias manos cubre de flores el altar doméstico, prende la lamparita de la Virgen, pone al sol las antiguas banderas y limpia y abrillanta los aceros de las panoplias. Y a veces… como ante un espejo mágico que le hiciera inefables revelaciones, se queda pensativa y como soñando ante la hoja de una espada.

Tres veces madre a los veintidós años, ya se advierte en ella esa ennoblecedora fatiga que sigue siempre a los grandes esfuerzos creadores, y por la cual el mismo Dios, según dice en figura el Génesis, se sienta a descansar ante su obra. La aparente debilidad de su constitución física, cierta expresión como de abatimiento en su semblante, y su misma temprana y excesiva fecundidad anterior, harían tal vez creer que se ha agotado en ella la sagrada fuente de la vida.

Pero la omnipotencia del Altísimo ha puesto prodigiosas y extraordinarias reservas de energías fisiológicas y morales en esta admirable criatura, predestinada a concebir en sus entrañas al redentor de América.

diciembre 9, 2010 Posted by | BIOGRAFÍA, HISTORIA, Uncategorized | , , , , , | Deja un comentario

8 de diciembre 1845: muere Gregor Mac Gregor, prócer de la Independencia.Venezuela

 http://diarioveaonline.com/index.php?

1845, muere  en Caracas Gregor Mac Gregor, escocés, valeroso prócer de la Independencia venezolana. En 1816, después de la derrota de Ocumare, llevó a cabo una larga marcha librando numerosos combates para unir a Piar, Monagas y Bermúdez en Oriente.

Nacido en Escocia (Reino Unido), llegó a Venezuela en 1811 atraído por la idea de contribuir con su persona y bienes a la causa de la Independencia de Venezuela. Inmediatamente a su llegada a Caracas, se incorporó bajo las órdenes del generalísimo Francisco de Miranda, quien lo designó como su ayudante y luego lo encargó del Comando General de la Caballería.

Caída la Primera República, Mac Gregor se fue a la Nueva Granada (Colombia) y se unió a Simón Bolívar en la campaña del río Magdalena, ya con el grado de general. Fue jefe de las provincias del Socorro, Pamplona, Tunja y Cúcuta. En esos días fue llamado por Antonio Nariño y lo ayudó llevando a Bogotá tropas bajo su mando, que prestaron una gran ayuda al Gobierno. En 1815 estuvo en las murallas de Cartagena para defenderla de Pablo Morillo. En 1816 participó en la primera expedición de Los Cayos (Haití) organizada por el Libertador Simón Bolívar.

Después del desastre de Ocumare en julio de 1816, con un puñado de valientes penetra en los valles de Aragua y emprende una larga marcha para unirse a Manuel Piar, José Francisco Bermúdez y José Tadeo Monagas en los llanos de Oriente. Recorre más de 200 kilómetros librando combates en Onoto, San Sebastián (Aragua), Chaguaramas (Guárico), Quebrada Honda, Alacrán y Barcelona (Anzoátegui) en 60 días. Fue de los vencedores de la batalla en El Juncal, bajo las órdenes de Piar. Ganó con honores la Orden de los Libertadores.

El 29 de junio de 1817, Gregor Mac Gregor tomó la isla Amelia, situada en la parte nororiental de la Florida (Estados Unidos) y comienza a organizar la efímera República de las Floridas, derrotada por el Gobierno de Estados Unidos, que dos años más tarde compraría el territorio a España.

 

El 25 de julio de 1817, un ejército libertador de más de doscientos patriotas venezolanos, ocupó la isla Amelia en la Costa Atlántica de los Estados Unidos, que estaba en poder de España, para proclamar la República de Florida

 
El nuevo gobierno de la República Independiente de la Florida del Este, a cargo del patriota escocés Gregorio Mac Gregor, designó a Fernandina como su puerto principal y como capital provisional de la República Bolivariana que se estrenaba en Norteamérica. Ante este feliz acontecimiento, Simón Bolívar le remitió a Lino de Clemente, enviado especial del Libertador ante el gobierno de los Estados Unidos, instrucciones precisas para gestionar todos los asuntos diplomáticos de la nueva República y su reconocimiento como nación independiente. Agustín Codazzi queda bajo las órdenes del capitán Luis Aury, afamado corsario que había enfrentado al Libertador en Haití, pero que ahora, a sus órdenes, fue factor fundamental en la toma de la isla Amelia al bombardear desde el mar el fortín de la bahía. Amelia tenía la fama de ser un lugar concurrido por los filibusteros, donde arribaban para descansar sus correrías asaltando barcos, atacando puertos, robando y asesinando… El presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, James Monroe, aprovechando la presencia de los corsarios Luis Aury y Luis Brion en la toma de la isla Amelia, descalificó a los libertadores de La Florida llamándolos piratas y filibusteros, que habían invadido La Florida para propiciar el contrabando y el ataque pirata a los barcos estadounidenses… En el primer mensaje anual, del 2 de diciembre de 1817, James Monroe hizo referencia a las islas de Amelia y a los refugios que habían establecido en ellas «gente que no pertenecen a ningún país», cometiendo graves daños al comercio de los Estados Unidos por «sus escandalosos actos de piratería», sobre todo por la introducción clandestina de esclavos a los territorios de la Unión; por todo ello, el Presidente anuncia haber dado órdenes de poner fin a este terrible mal y corregir los abusos; para lo cual, al general Mac Gregor se le libró orden de captura, y a finales de 1817, el Congreso autorizó a la armada estadounidense invadir La Florida para devolvérsela a sus aliados los españoles; región que años más tarde fue negociada por cinco millones de dólares… Así lo advirtió el Libertador en carta que escribió a Guillermo White en mayo de 1820: 

“La América del Norte, siguiendo su conducta aritmética de negocios, aprovechará la ocasión para hacerse a las Floridas”

Simón Bolívar

Esta vez el estigma del pirata fue la excusa que usaron los Estados Unidos para desconocer la nueva República y justificar su invasión… Es por ello, que tras la ocupación de La Florida por tropas estadounidenses, Aury y Codazzi se dirigen a la isla de la Providencia, donde establecen una base para sus operaciones corsarias que, en 1819, ponen a los servicios de Simón Bolívar.

Por su parte el escocés Mac Gregor continuará bajo las órdenes de Bolívar en su inquebrantable lucha por libertar a Venezuela, y en julio de 1819, es avistado cerca de Cabo Catoche comandando un bergantín, dos goletas y una embarcación menor, que navegaban bajo su mando, tratando de desembarcar en la costa venezolana, pero que fue rechazada por fuerzas realistas y un pueblo confundido,  cundo las autoridades alertaban a los pobladores sobre la presencia de los piratas del mar; tal cual le sucedió a Miranda en las dos oportunidades en que intentó desembarcar en Venezuela. 

El 13 de enero de 1818 James Monroe comunica al  Congreso que el establecimiento de Amelia ha sido destruido y con ella la efímera República de La Florida

A raíz del mensaje presidencial, se desarrolló en el Congreso una discusión sobre la política que debería seguir el gobierno norteamericano con respecto a las repúblicas de América del Sur y sus vínculos con los piratas, que de alguna manera justificó la animosidad de los Estados Unidos hacia la causa de Bolívar… Por todas estas circunstancias, Tomás S. Willimont, procónsul inglés en el Perú, escribe al Conde de Dudley, secretario del Estado Británico en noviembre de 1826: 

“La maligna hostilidad de los yanquis hacia el Libertador es tal, que algunos de ellos llevan la animosidad hasta el extremo de lamentar abiertamente que allí donde ha surgido un segundo César no hubiera surgido un segundo Bruto”

extraido de Bolívar.org

autoría: Jorge Mier Hoffman

En 1821, convencido de que ya la victoria de los patriotas era definitiva en Venezuela, Mac Gregor fue a Londres (Reino Unido) para organizar una expedición a Centro América, donde el poder de los españoles se mantenía. Consiguió armas y voluntarios, pero al llegar a Nicaragua fue rechazado. En 1838 se nacionalizó venezolano y se dedicó a introducir la cría del gusano de seda. Sus restos reposan en el Panteón Nacional.

diciembre 8, 2010 Posted by | Uncategorized | , , , , , , , , , | 1 comentario

7 de diciembre de 1791: nace Ambrosio Plaza en Caracas, Venezuela

 El 7 de diciembre de 1791, tal día como hoy, nace en Caracas, Ambrosio Plaza, de los héroes más sobresalientes de nuestra guerra de Independencia.Busto de Ambrosio Plaza en el Paseo de los Héroes, Campo Carabobo.

Con 19 años de edad ingresó como cadete en el batallón de Milicias de Blancos de Caracas; al poco tiempo lo ascendieron a subteniente. Acompañó a Francisco de Miranda en diferentes campañas durante la Primera República. Se unió a la Campaña Admirable y combatió bajo las órdenes del Libertador Simón Bolívar. Después lo haría en el Ejército de Occidente con los generales Rafael Urdaneta y Manuel Piar.

En 1815 fue nombrado comandante de la Infantería de la Guardia de Honor del Libertador. Actuó en operaciones en el río Magdalena (Colombia) y Cartagena.

Busto de Ambrosio Plaza en el Paseo de los Héroes, Campo Carabobo.

El 15 de junio de 1821, en San Carlos (Cojedes), Bolívar reorganizó el Ejército Patriota en tres divisiones, una de ellas a cargo del coronel Plaza. Al frente de su división combatió en la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821. Ya casi decidida la victoria a favor de los republicanos, el coronel Plaza recibió un tiro de fusil, cuando se proponía la rendición de un batallón realista. Como consecuencia de la herida, murió al día siguiente. Para el momento de su muerte, el Congreso de la República había autorizado su ascenso a general de brigada. Tenía 30 años de edad. vía Diariovea – Tal día como hoy.

Campo de Carabobo

diciembre 7, 2010 Posted by | BIOGRAFÍA, HISTORIA, Uncategorized | , , , , , , | 2 comentarios

Simón Rodríguez y la revolución del pensamiento.

 AUTOR: J A Calzadilla Arreaza 

www.avizora.com/

¿Vale la pena tomar en consideración al decimonónico venezolano Simón Rodríguez (n. Caracas, Venezuela, 28 de octubre de 1769 – m. Distrito de Amotape, Perú, 28 de febrero de 1854*), en tanto que pensador, pedagogo y escritor, en la constitución de un proyecto de educación nacional que busca nutrirse ampliamente de la filosofía contemporánea?

A nuestra percepción, la respuesta debe ser afirmativa. En apoyo a ella, rápidamente alegaremos sólo tres grandes aspectos del pensamiento robinsoniano:

A. Epistemológico: La ruptura del discurso clásico colonial

B. Filosófico: El pensamiento de lo original. Paradoja e invención

C. Ético: La constitución política del sujeto republicano

 

A. Epistemológico: La ruptura del discurso clásico colonial

La obra entera de Simón Rodríguez se caracteriza por un esfuerzo constante de ruptura con los recursos expresivos formales del discurso clásico.

Rodríguez puede alinearse dentro del gran romanticismo revolucionario que en la literatura mundial se caracterizó por la invención de formas expresivas que rompieran con la categoría y la práctica de la imitación.

A la imitación del modelo que define al clasicismo la prosa continua y fragmentaria de Rodríguez opone la invención de un vehículo para la verdadera libertad del pensamiento.

Para un pensamiento en movimiento como lo considera Rodríguez, hace falta una escritura rizomática que supere el clásico modelo arborescente: lineal, irreversible, jerárquico, teleológico.

Pues Rodríguez ve en el discurso clásico la expresión de la mentalidad colonial, y para él la ruptura con este modelo expresa la revolución del pensamiento que debe acompañar a la revolución política y a la económica.

La experiencia política americana es para él una experiencia planetaria novedosa. Como los vanguardistas estéticos un siglo más tarde, considera que una nueva experiencia requiere un nuevo modo de expresión y una nueva imagen del pensamiento. Y esa imagen del pensamiento es la de un río de instantes creativos diferenciales que modifican el cauce central como los meandros originales de la creatividad y la adaptabilidad históricas, dictados por la experimentación constante en que la vida del pensar transcurre, acotando lo múltiple y lo diverso, pero en suma, lo real.

Técnicas como la logografía (la graficación tipográfica de los componentes y movimientos del pensamiento), la prosa desgranada en versos, el esquema, que exalta la función pedagógica de la página convirtiéndola en pizarrón de papel, logrando un libre-asociacionismo y un asistematismo empirista y anti-dogmático, dan al pensamiento una corporeidad sensible y viviente, que busca contribuir a la invención de una nueva retórica, una retórica revolucionaria que coincide en su espíritu con la modernidad literaria mundial, haciendo de Rodríguez, en la opinión de muchos especialistas latinoamericanos, el primer pensador y escritor propiamente moderno de nuestro continente y de nuestras letras.

B. Filosófico: El pensamiento de lo original. Paradoja e invención

Tres importantes enunciados robinsonianos nos bastarán para ejemplificar este pensamiento de lo original que rompe con las identidades y las contradicciones clásicas mediante la invención paradojal.

a. Colonicemos el continente con sus propios habitantes (programa político)

b. Lo único constante es la variación (principio ontológico)

c. Si hemos de imitar a otro imitemos su originalidad (programa metodológico)

Los tres enunciados encierran paradojas:

Colonización intraterritorial

Variación constante

Imitación original

Son juegos conceptuales, oximorones que bien podrían remontarse al pensamiento de Heráclito de Éfeso (mucho más que al de Sócrates).

La paradoja ha sido definida como “opinión contraria a la opinión”.

En la historia de los sistemas de pensamiento ha sido un instrumento de emancipación lógica con relación a los modelos dominantes en la Filosofía y en la Opinión. Los eleáticos la usaron contra el realismo inmediatista; los sofistas contra el dogmatismo religioso y político; los estoicos contra el idealismo platónico-aristotélico; la filosofía moderna y contemporánea contra el academicismo y la metafísica.

La paradoja puede entenderse como una operación lógico-literaria que:

a. Utilizando premisas usuales produce una conclusión novedosa, heterodoxa;

b. Afirma simultáneamente dos sentidos contradictorios, empujando al pensamiento más allá de la lógica usual.

La Filosofía siempre ha intentado una reforma de la Opinión imperante por medio de una reformulación de la Razón (contra el prejuicio, el dogma, el fanatismo, el desenfreno pasional).

Rodríguez filósofo, romántico revolucionario enemigo de la imitación, heredero de la Ilustración, enciclopedista fragmentario, empirista y pragmatista, insurge contra la Opinión colonial que domina y que lastra las nuevas repúblicas, aun luego de las victorias militares y políticas, reclamando la invención de una Razón republicana fundada en la Libertad, el Bien común y la Inmanencia del derecho.

Empirista, por el rechazo a toda metafísica, a todo principio o valor trascendente, exterior o superior a la realidad humana, geográfica, social y económica tangible. Los valores y principios se forjan en la experiencia de la realidad mediante el hábito y el modelamiento histórico del instinto social.

Pragmatista, porque considera que la imagen teórica hace posible la acción —moral, económica, política—, pero es la acción la que justifica la imagen teórica.

Los criterios centrales de este pensamiento creativo, erigido contra la imitación clásico-colonial como paradigma de la dominación del pensamiento, vienen a ser la invención, la variación, la originalidad. Dada una realidad novedosa, como la americana, es preciso crear y ejercer modos de comprensión y programación novedosos e intrínsecos, autóctonos e inmanentes, so riesgo de fracasar, no sólo en la comprensión sino en la realización misma. Inventamos o erramos, es el dilema. Estamos obligados a inventar.

C. Ético: La constitución política del sujeto republicano

Rodríguez pone en duda la constancia de una naturaleza humana que pudiera ser definida de una vez por todas, esencial y eterna, principio metafísico que impediría la modificación del sujeto político que reclaman las nuevas repúblicas. Considera que el sujeto humano —no sólo sujeto psicológico y jurídico sino sujeto de la acción social en general— se conforma y se constituye política e históricamente. Éste es el principio de la posibilidad de una pedagogía republicana, verdadero proyecto para la constitución de ciudadanos libres.

Las nuevas repúblicas han heredado un tipo de subjetividad colonial, que desea el premio por su servilismo y obedece por la fuerza del garrote, que burla la ley cuando no rige la amenaza y arrebata para sí solo, cuando puede, lo que no le es garantizado por ningún derecho.

El principio, empirista, es que el hábito social se ha hecho instinto, constituyendo el tipo de subjetividad que todavía impera en las poblaciones de las nuevas repúblicas, reproducido a través de las mismas familias que nutren el tejido social. El sujeto colonial se quiebra cuando se modifica, en las nuevas generaciones, el instinto social heredado, cuando se suplanta el deseo de la esclavitud por el ejercicio de la libertad racional, constituyendo un nuevo instinto social, un instinto republicano forjado en las escuelas (en donde se protege a los nuevos sujetos de los vicios coloniales de sus propias familias), que obedezca al derecho, a la ley y a la autoridad, no por la promesa del premio y la amenaza del garrote sino por la conciencia inmanente, hecha instinto mediante la enseñanza, del Bien común, como dicta la Razón con la que estamos colectivamente de acuerdo.

Una nueva constitución política del sujeto significa la formación de sujetos dentro de relaciones de poder diferentes, no de obediencia por la fuerza, en función del premio y la amenaza (Monarquía), sino de libre cooperación por el fin colectivo del que somos individualmente beneficiarios (República). 

Piensa en todos para que todos piensen en ti.

Este pensamiento que aquí hemos esbozado e intentado describir, empleando categorías de filosofías posteriores a él, nos parece contener un alto potencial de contemporaneidad, de interés teórico y práctico. Percibimos resonancias heracliteanas (en el devenir, el flujo y el azar); espinozistas (en la importacia del derecho natural y la libertad de la Razón); nietzscheanas (en la irreverencia ante los ídolos y la reversión de los valores). Pero presenta aun vinculabilidades con pensamientos más recientes como los de los franceses Gilles Deleuze (en la inmanencia, la desterritorialización y la rizomática) y Michel Foucault (en la política de la verdad y la historicidad del sujeto).

*fechas acotadas por Manuel Boffil Bello

AUTOR: J A Calzadilla Arreaza 

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diciembre 1, 2010 Posted by | EDUCACIÓN, FILOSOFÍA, LO CULTURAL/IDEOLOGICO, POLÍTICA, Uncategorized | , , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario

30 de noviembre de 1908: José Antonio de Armas Chitty nace en Caracas, Venezuela.

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José Antonio de Armas Chitty

Historiador, periodista, cuentista y poeta. Nació en Caracas el 30 de noviembre de 1908 y falleció en la misma ciudad el 6 de octubre de 1995. A los seis años de edad se residenció con su familia en Santa María de Ipire (Estado Guarico), donde permaneció 21 años. Allí se desempeñó como funcionario público y llegó a ocupar la Dirección de Política del Estado. Posteriormente, se trasladó al Estado Monagas, donde llegó a ser jefe Civil del Distrito Monagas. Más tarde se marchó a Maracaibo, donde fue Jefe de la Secretaría del Ministerio de Educación. Radicado en Caracas desde finales de la década de 1940, se dedicó a la investigación y divulgación de nuestra historia. Sus investigaciones le permitieron reconstruir la trayectoria de ciudades y pueblos de Venezuela como Guayana, Zaraza, Tucupido, Puerto Cabello y Caracas. Así mismo dio a conocer la vida y obra de personajes como Juan Francisco de León, Fermín Toro, Rafael Arévalo Cedeño, José Tomás Boves y otros, Comenzó a escribir en el año 1925 en el periódico Unare de Zaraza y posteriormente colaboró en El Sembrador y Unión de la misma ciudad. Ha colaborado igualmente en El Luchador de ciudad Bolívar y Letras de Molde de Valle de la Pascua. Dedicó mucho tiempo a la docencia. Fue Director en el Departamento de historia del Instituto de Antropología e historia, Facultad de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela (1949). Escribió poemas y relatos inspirados en la historia y la geografía del país.

Obtuvo numerosos premios literarios: Premio Nacional de Romances, con motivo del cuatricentenario de la fundación de El Tocuyo (1945), Primer Premio en concurso promovido por la Revista Elite en homenaje a Ciudad Bolívar (1946). Premio Municipal de Prosa en 1949; Premio Nacional de Literatura correspondiente al bienio 1961-1962.

En 1979 fue electo Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia. Entre sus numerosas obras podemos citar: <Zaraza, biografía de un pueblo> (1949); <Tucupido, formación de un pueblo del llano> (1964), <Guayana, su tierra y su historia> (1964), <Fermín Toro y su época> (1966) y <Caracas, origen y trayectoria de una ciudad> (1967).

Bibliografía:

Diccionario general de la literatura venezolana. — Mérida : Editorial Venezolana : Universidad de Los Andes, 1987. 2 v. ; 24 cm.

 Diccionario de historia de Venezuela. — Caracas : Fundación Polar, 1988. 3 v. ; 26 cm.

noviembre 30, 2010 Posted by | BIOGRAFÍA, HISTORIA, Uncategorized | , , , , , | Deja un comentario